Álbum musical destacado por la página web oficial de la Universidad Nacional de Educación Pública Estatal Española (UNED). Apartado dedicado a MIGUEL HERNÁNDEZ, "Poemas musicalizados y discografía". Incluído también en la obra literaria del escritor y colaborador de Radio Nacional de España Fernando González Lucini, "MIGUEL HERNÁNDEZ ...Y su palabra se hizo música".

lunes, 31 de agosto de 2015

Orihuela curiosa: ¿Dónde está la segunda Catedral de Orihuela?



Si hay algo de lo que los oriolanos podamos sentirnos orgullosos es de la espléndida catedral que tenemos en nuestra ciudad.

Pero pocos sabrán que Orihuela estuvo a punto de convertirse en una de las pocas ciudades de España con 2 catedrales.

Y nos basamos para decir esta afirmación en los planos que se conservan en el Museo Diocesano de Arte Sacro. (Si no se trata de una ampliación).

Un ambicioso proyecto del obispo de la Diócesis Oriolana D. Juan Elías Gómez de Terán que no pudo ejecutarse por culpa de la oposición del Cabildo Catedralicio.

Habría sido bonito eso de lucir dos catedrales al igual que hace Zaragoza.

Orihuela Curiosa: La profecía del Seminario.


El Marqués de Rafal nos comenta una profecía que en el año 1471 hizo pública el presbítero Doctor Don Eusebio de Figueroa Sarmiento.

Estas son sus palabras textuales (en castellano).

Vendrá tiempo que, sobre la eminencia de los montes de esta
ciudad de Orihuela fabricará y fundará con santo celo un Elías,
un suntuoso colegio de estudios del que saldrán diferentes
personas para varios empleos honoríficos de toda España.

La profecía, por supuesto, se cumplió con la figura del Obispo D. Juan Elías Gómez de Terán de la diócesis oriolana. De 1738 a 1758.

Leyendas de Orihuela: La Leyenda del Suicida


Basado en un testimonio real que un oriolano contó al viajero inglés y anticlerical Henry D. Inglis en el año 1830 en uno de sus innumerables paseos por la ciudad.

Un fraile de un convento de Orihuela  tras sentirse tentado por los placeres de la carne subió a la montaña para pedir a Dios que le ayudara a vencer tal tentación.

Una vez que llegó al lugar, las imágenes sexuales que lo torturaban volvieron a repetirse y desoyendo la voz de Dios que empezaba a sonar en su interior pero que era incapaz de escuchar y sintiéndose abrigado por los cielos que parecía poder alcanzar con los dedos de la mano no vio otra salida que la de despeñarse

El hombre se dejó caer al vacío y todo habría terminado en ese momento si la mano de Dios no hubiese intervenido ya que envió a dos de sus mejores ángeles para que detuvieran la caída del hombre.

Poco más tarde aparecieron en la cima del risco escarpado desde donde el fraile saltó una cruz de madera. Y otra más abajo que apareció en el lugar exacto en donde los ángeles lo depositaron para que no sufriera ningún daño.

Varios años después, el fraile murió de muerte natural y fue enterrado a los pies de la segunda cruz.

LEYENDAS DE ORIHUELA

domingo, 30 de agosto de 2015

Orihuela Misteriosa: Un episodio de canibalismo


Aquellos oriolanos que han vivido junto al río conocen lo que es pasar una mala noche escuchando sonidos que desde lejos parecen los lamentos y gritos de terror de varios hombres.

Ya que el río Segura fue el escenario escogido para albergar los restos de aquellos soldados oriolanos que fueron degollados y descuartizados tras sobrevivir a una de las luchas más salvajes y sangrientas acontecidas en la Vega Baja en la llamada Guerra de los Dos Pedros.

Cuentan las crónicas que de 7000 habitantes tan sólo quedaron 500 y encima sus mujeres fueron entregadas a la soldadesca castellana que fue la que se alzó con la victoria comandada por Pedro el Cruel.

Pero en este episodio tan sangriento de nuestra historia es donde se demostró el valor y la fidelidad que los oriolanos tuvieron para el que ellos consideraban su monarca Pedro IV el Ceremonioso.

Dicho soberano, reconociendo la resistencia que los oriolanos opusimos al rey Pedro el Cruel nos concedió en el año 1380 el privilegio de la fidelidad.

Y gracias a él y a este relato de su mano conocemos de lo que los oriolanos tuvimos que hacer para sobrevivir:

Nos ni los nuestros pudiéramos ni pudieran en modo alguno
socorreros; empero, no por ello desmayó vuestro valor, 
sino que haciendo de la necesidad virtud, después de haberos comido
para sostener la vida, los cueros de las bestias y perros y ratones y,
lo que es más repugnante a la humanidad, 
los cadáveres de los enemigos que podíais coger.

De estas palabras que el rey nos dedicó para ensalzar nuestro honor como defensores salió uno de los lemas que orlan nuestro escudo y que acompaña al pájaro del Oriol:

Semper prevaluit ensis vester


Leyendas de Orihuela: La Leyenda del Canto Foral



En nuestra tierra existe una leyenda que conocemos por gracia del obispo de León D. Luis Almarcha.

Durante el sitio que Pedro el Cruel mantuvo a Orihuela en la guerra de los dos Pedros, envió a un emisario a parlamentar con el objetivo de conseguir nuestra rendición.

Los oriolanos, sin fiarse aún del enviado por su enemigo le vendaron los ojos y lo metieron en el canto foral que está situado detrás de la calle de arriba muy cerca del Colegio Santo Domingo.

Los huecos de la piedra horadada estaban tapados con tupidas cortinas. Y al quitarle la venda al emisario este creyó que lo habían hecho prisionero y dejado a solas en el interior de una mazmorra.

Indignado se puso a gritar a los cuatro vientos que su señor lo vengaría ante aquel insulto.

Entonces los oriolanos descorrieron todas las cortinas y le mostraron el esplendor de toda la comarca.

El castellano, se sintió entonces mucho más molesto y a la pregunta de cual era el nuevo motivo de su indignación este respondió:

- Porque vuestro canto foral tiene un balcón más hermoso que todos los de mi reino y esta verdad deberé comunicarla a mi señor aún a riesgo de sufrir su enfado. -

El Señor de Orihuela se quedó un instante pensativo y respondió:

- Decidle a vuestro rey que mientras quede en Orihuela una espada sin romper no pisará jamás este balcón. -

Una vez que la ciudad fue vencida, el rey quiso añadir a su escudo lo de "vuestras espadas siempre han prevalecido" y respetando el juramento de los oriolanos se comprometió a no pisar el balcón añadiendo que "su nombre de Foral será recuerdo del Fuero privilegiado que doy a Orihuela...


Visto desde la Calle de Arriba

LEYENDAS DE ORIHUELA

Orihuela Misteriosa: La profecía de San Vicente Ferrer.


San Vicente Ferrer llegó a estos Lares en el año 1411 a petición del Consejo de la ciudad.

Se hablaba entonces de un hombre santo cuya voz tenía tanto vigor que con un simple grito hacía caer como muertas a millares de personas o curaba a enfermos. 

Conocida su obra como apaciguador de males, son desconocidas sus otras cualidades de entre las cuales hay a destacar la de su supuesto poder para predecir males futuros.

Resulta que un día, al terminar de predicar, caminaba  cerca de las frondosas aguas del río Segura acompañado de cientos de personas cuando de golpe y porrazo se detuvo ante las aguas mirándolas desde el puente y dijo:

-         Este lobo se comerá a esa oveja -.

Y por desgracia, efectivamente, durante siglos y en diversas ocasiones, el lobo ha devorado cosechas, viviendas e incluso las vidas de sus moradores.

EXPEDIENTES X



Orihuela Misteriosa: Los 23 cuerpos.


Cómo hemos ido a parar de tener uno de los castillos más bellos y esplendorosos de la Península Ibérica (según cuenta el cronista Jerónimo Zurita en el siglo XV) y del que destacaba también su inexpugnabilidad, amplitud y grandeza a las pocas ruinas que nos quedan hoy.

Una fortaleza que se batía con los cielos y que ofrecía una visibilidad estratégica absoluta desde donde estaba erigido.

Un lugar que podría considerase como de culto para los aficionados a la parapsicología y a la obtención de grabaciones siniestras al haber sido testigo mudo de cientos de batallas, sangre, vísceras, lamentos, miembros amputados  y episodios de terror como el que ahora les voy a relatar.

Durante la Guerra de Sucesión en la que Orihuela era en principio partidaria de Felipe V pero luego de Carlos III por el apoyo del Marqués de Rafal , después del saqueo del cardenal Belluga, concretamente el 28 de mayo de 1707 a las 8 y media de la noche un siniestro rayo cayó en el lugar en donde antaño se retenía y torturaba a los prisioneros, la mazmorra, pero que en esos tiempos albergaba unos cuantos barriles de pólvora destinados para la posible defensa de la ciudad.

La explosión fue espectacular y parte de la fortaleza voló por los aires.

Murieron en el acto 90 soldados y 3 capitanes.caballeros del regimiento de la Villa de Madrid.

Estos eran el capitán comandante Antonio Sayago y los capitanes Joseph Monreal y Baltasar de Ávila. 

De los 90 hombres del regimiento de Madrid que estaba de guarnición sólo se encontraron 20 cuerpos completos a los que se les dio sepultura en los vasos de la Cofradía del Santísimo Sacramento en la capilla de Loreto.

El Cabildo ante la fatalidad y en consideración con aquellos que habían perdido la vida en este infortunio, en particular con los capitanes, acordó que se cantase un nocturno de difuntos, clamoreando las campanas y trayendo el Ilustre Cabildo los cadáveres a la Catedral donde se haría un funeral con asistencia del Obispo de Orihuela y la Ciudad, parroquias y comunidades religiosas. Los fallecidos se enterrarían en los sepulcros de los Orumbellas, Mirones y Soleres, familias nobiliarias de Orihuela .

Por su parte los fragmentos que se hallaron de los 70 soldados restantes se enterraron en el mismo castillo en un foso que se dispuso el cual fue bendecido por don Salvador Alfosea presbítero diaconil de la catedral por orden del Obispo José de la Torre y Orumbella.

Estos seres humanos muertos de forma tan violenta vagan en forma de almas en pena por la sierra de Orihuela buscando las partes de su cuerpo que perdieron en la explosión.

Por eso hay algún testigo que afirma que en las noches que sube al castillo para despejarse además de escuchar los lamentos de los que perecieron le ha parecido ver reptar por entre los matojos y las piedras algo así como arañas gigantes en forma de manos humanas que no pararán de vagar sin rumbo hasta el día que por suerte o quizás por destino encuentren el resto del cuerpo de donde se separaron.


EXPEDIENTES X

Orihuela Misteriosa: ¿Es un pájaro?, ¿es un avión? No, es el OVNI de Orihuela.



Yo no soy dado a creer en estas cosas. Me dejo llevar más bien por mi lado escéptico y me alejo de estos temas tanto como un banquero pueda hacerlo de un pobre hombre que pide a las puertas de su Banco.

Si nos fijamos en la ciencia, esta nos enseña que en unos cuantos siglos más de avance tecnológico seremos capaces por mediación de la física cuántica de estar presentes en varios puntos del universo de manera simultánea sin movernos de casa.

Así que, ¿qué queréis que os diga? Creer en civilizaciones extraterrestres más avanzadas que la nuestra que para viajar por el universo tienen que recurrir a los llamados “platillos volantes” se me hace anecdótico y lo peor es que me resulta absurdo.

Pero el caso es que algo raro hay en todo este tejemaneje a juzgar por la publicación realizada en 1918 por el desaparecido periódico local EL CONQUISTADOR. (27 de Abril de 1918, nº 188).



"Por algunos paisanos nuestros muy madrugadores, nos han manifestado la sorpresa grande y hasta el espanto que han sentido esta mañana, al ver descender del cielo describiendo grande zic zac, dos luminosos focos como si fuesen de barcos de guerra, que evolucionaron a la altura de los terrados de la población; ascendiendo formando círculos en espiral alrededor de la sierra del Castillo, separándose después y dando vueltas el uno alrededor de Callosa y el otro por la Cruz de la Muela y perdiéndose de vista haciendo zic zac.
Debieron ser aeroplanos aun cuando no fue notado ruido alguno de los motores ni se viese la silueta negra que debía de presentar el artefacto."




Según este diario, los testigos presenciales de los acontecimientos aseguran que sin escuchar ningún ruido extraño ni presenciar ningún objeto sólido con masa oscura en la nocturnidad, en las horas en las que la cama aún andaba caliente, pudieron observar unas dos luces de gran luminosidad allá en lo alto sobre la Cruz de la Muela. Que estas descendieron sobre ella para luego marcharse y desaparecer en el cielo a una velocidad de vértigo.



Pero no solamente esta vez ha habido avistamientos de objetos voladores no identificados.

Los seguidores de la ufología se han ido apuntando a diversas cacerías nocturnas de lo desconocido en la sierra de Orihuela.

Sabemos que desde el año 2012 y alentados por el comunicador de masas y experto en estos temas Iker Jiménez se viene celebrando en distintos puntos de la sierra oriolana la participación en lo que se ha dado por llamar como “ALERTA OVNI”...

Así podemos encontrar estos curiosos vídeos en Youtube en los que se aprecian luces extrañas y algo más…









Orihuela Curiosa: ¿Dónde andan las putas patrón?


Y fue la tradición la que irremediablemente le atribuye a San Vicente Ferrer la influencia final que desembocó en la colocación de la Cruz de la Muela en el monte San Miguel. (Si nos dejamos guiar por la documentación que nos prueba que en ciudades como Salamanca o Arlés fueron instauradas similares cruces por mediación del Santo).

Con un fin primordial que no era otro que la de proteger a los bien amados ciudadanos de Orihuela de aquellas cosas que se antojaron malditas como la mala suerte de una miserable cosecha, la sequía o el mismísimo pecado que algunos oriolanos se atrevían a practicar en lo que hasta hace poco era conocida como la mancebería pero que en tiempos lejanos fue el hogar de las mujeres de malas costumbres. (El Burdel que se encontraba justo al final de la calle pegado a una de las 3 puertas que daban al arrabal de San Agustín)
Dichos pecadores para no ser descubiertos por sus vecinos se desviaban por el callejón del Rodeo. (Que por algo digo yo le pusieron tan característico nombre).

O incluso salvarnos del pecado de sentir la tentación de ganar algunas perricas o perderlo todo jugando en la tahurería que se situaba en la entrada del Arrabal.

Y resulta que la práctica del Santo le dio el resultado que él quería porque a buen seguro una extraña e inesperada marea de rectitud, moralidad y un fervor religioso extra se extendió por Orihuela pues tenemos las pruebas que los cronistas dejaron en constancia (Según ordenanzas municipales de la época) de que en esta tierra de repente dejó de blasfemarse, cesaron las disputas entre familias y se cerraron burdeles o se gritó en las calles contra los que practicaban el juego.

Por lo menos hasta hace bien poco, pues ya entrados en el siglo XX (en los años del Franquismo) dos conocidos burdeles, el de La Carbonera y el de La Lucía situado este en la calle de las Flores competían entre si para conseguir las visitas nocturnas de los más atrevidos.


miércoles, 26 de agosto de 2015

La Leyenda de La Matanza: la Aparición de la Virgen de los Remedios


Relato cumplimentado por Don Vicente Alcaraz y Calatayud, vicario perpetuo de la catedral de Orihuela.

2 de Junio del año de Nuestro Señor 1808.

En él se nos dice que cuando se encontraba en la hora de la caída de la tarde de dicho día, y procedente del Campo de la Matanza, iba montado en una galera en compañía de varios amigos de la ciudad de Murcia en viaje hacia Orihuela, y como tal discurría con total normalidad, pero cuando llegaron al paraje de la Cruz Cubierta, junto al Ladrillar, les llegó una gran confusión de alaridos y una gritería tal en la huerta de Orihuela que les sumió en la mayor confusión y espanto. Y poco después, cuando avanzaban por el camino nuevo de Callosa, vieron venir por él una multitud de gentes corriendo que con voz alterada decían: Los franceses, los franceses... Asegurando uno de ellos que en número de 14000 habían desembarcado en la costa a la altura de los pueblos de Guardamar, Santapola y Torrevieja.

Tan pronto como supieron de dicha novedad, y como consecuencia del sobresalto recibido, decidieron volverse para el Campo de la Matanza comunicando lo que sabían a cuantos fueron encontrando a su paso por el camino, lo que hizo que a su vez lo fueran propagando en sus casas y a los vecinos. Y añade don Vicente Alcaraz que mientras iban en el carruaje rezando el rosario y el trisagio en alabanza de la Stma Trinidad, un mozo de quince o dieciséis años de nombre Francisco García dio en decir: Mire que viril se ve en aquella nube junto a la luna. Y en efecto, se nos dice, una vez que hubieron apartado los toldos del carruaje, todos pudieron contemplar que los resplandores de la luna en una nubecilla que medio la cubrían formaba un perfectísimo viril en todo semejante al que había en la iglesia de la Matanza, lo que tuvieron por una feliz premonición.


Y una vez llegados a dicho lugar del Campo de la Matanza, a eso de las diez de la noche, el vicario pasó a avisar a los diputados que inmediatamente dispusieron que comenzase a tocar a rebato la campana mayor de la torre de la iglesia, y a cuyo sonido comenzó a acudir la mayor parte de los vecinos que fueron informados de la amenaza que se cernía sobre ellos, por lo que debían pertrecharse de las armas que poseyeran para acudir en defensa de los pueblos de la costa y detener, si era posible, el avance de las fuerzas enemigas. Y muy pronto comenzaron a llegar otras gentes de los partidos de San Bartolomé, no faltando una persona que dio en dar detalles, como fue el caso de un tal Francisco Martínez, que aseguró que ya estarían degollados o a punto de serlo todos los que moraban en Almoradí, (pueblo de la Vega Baja del Segura) pues así lo había oído a las gentes que huían de aquellos contornos.

Al principio, el desánimo se adueñó de cuantos habían acudido a la llamada de la parroquia pues demasiado bien sabían que contaban con pocas armas y pobres municiones para llevar a cabo dicho socorro, pero, se nos refi ere que, como respuesta a las vivas exhortaciones del vicario, pronto comenzaron a animarse unos a otros hasta llegar a decir: Vamos a morir en defensa de la religión, y se encaminaron a sus casas para equiparse con escopetas de pistón, chuzos, hachas... y retornar tan pronto pudieron a la iglesia para organizarse en cuadrillas al tiempo que en voz alta pedían a Dios perdón de sus pecados...




Y al mismo tiempo se comenzó a pedir que se sacase la imagen de la Virgen a la calle para que con su amparo les diese fuerza contra los franceses, aunque el vicario, como habría de reconocer más adelante, debido al gran ajetreo en que se encontraba en aquellos momentos, no reparó en ello o lo echó en olvido. Pero la Santa Señora, por su bondad, quiso concederles la petición de esta afligida gente. 

Y serían ya las diez y media de la noche, y encontrándose las mujeres y buen número de hombres de edad en la iglesia, pues se había dispuesto lo necesario para celebrar una función con exposición del Santo Sacramento y canto del Tantum ergo Sacramentum... cuando las mujeres, en medio de atribulados sollozos, comenzaron a pedir a la Virgen que sus hombres volviesen pronto sanos y salvos... para lo que se asían con dolor de su blanco vestido... Mientras tanto, un hombre que había subido a la torre de la iglesia oteaba en la oscuridad por si se veían resplandores de los cañonazos y de la fusilería enemiga, dar aviso inmediato, pues ello sería señal inequívoca de la proximidad del enemigo para en tal caso sumir las hostias consagradas, como es justo que se haga en tales  lances... para preservarlas de los ultrajes. 




A la una de la mañana del día dos de junio, después de que se hubiera puesto la luna, la madre del dicho vicario, de nombre Antonia Calatayud, que había permanecido durante aquel tiempo en su casa, nada más salir a la calle en la puerta de su casa, según se nos dice, vio en el primer ciprés a la Virgen, pero a nadie lo dijo hasta que llegándose a ella una hija de Antonio Ramírez, casada en Benferri, le dijo: Tía Antonia, no ve ¿Aquella es la Virgen? Si señora, la Virgen es, dijo mi madre. Pero las mujeres que constantemente salían y entraban de la iglesia a observar si se oía en la lejanía algún rumor de la invasión francesa, no se percibieron de la presencia de la aparición que descansaba en el árbol en forma de un bulto blanco. que en todo era semejante a la imagen que se veneraba en la parroquia, pero en un momento dado comenzaron a dar voces diciendo: La Virgen está en el ciprés. Y con ellas, todas las mujeres que se hacían presentes en la iglesia acudieron hasta colocarse a tres o cinco palmos de ella, lo que les era posible tocar con sus manos los vestidos de la Señora, pero nadie tuvo tal atrevimiento.




Estando la muchedumbre en aquella situación vieron clara y distintamente cómo el ciprés había desaparecido, y sólo se veía de él el tronquito y como palmo y medio de sus primeras ramas que parecían peana. Al contemplar este prodigio, que no admitía la menor duda, los presentes comenzaron a clamar diciendo: La Virgen, la Virgen está en el ciprés. Voces que hicieron que el vicario saliera a la plazoleta que se abría ante la iglesia, para, asustado como se encontraba, pues, como dijo, llegó a perder la voz y a sentir que sus cabellos se el erizaban, poder pronto reaccionar poco a poco y acercarse a la Virgen que reposaba en el ciprés. Una mujer, recuerda, que le preguntó si aquello sería bueno para ellos, a lo que él respondió que naturalmente que lo sería.




De aquellos sucesos, pocos días después, el vicario don Vicente Alcaraz Calatayud escribió la siguiente composición rimada:


La hermosa de negra tez
Porque el sol la hizo morena
Puedo decir esta vez
Que con una cara buena
Se apareció en el ciprés.
No fue de encina ni Almés
El escabel soberano
No fue Pino ni albés
Que para éste echó mano
De las ramas del ciprés.
Así lo jura y confi esa
El más obsequioso esclavo
A los pies de su princesa
Vicente Alcaraz vicario.
No fue en el campo de Booz
Que fue en el campo de Orihuela
Donde con el niño Dios
Se dejó ver Rut risueña
De junio en el día dos.
Aunque el demonio no cuadre
Y brame todo el abismo,
Diré, Jesús, dulce Padre,
Que a ti te vi yo mismo
En el ciprés con la madre.
La ilustre solimitana
Para ser vista esta vez
Toda bizarra y ufana
De las ramas del ciprés
Se formó hermosa peana.


Pero volviendo al momento de la aparición, el vicario añadió que tan pronto pudo reaccionar de la impresión que le había causado tener conciencia de ser testigo de la presencia de lo sobrenatural, se dirigió a la sacristía para tomar una antorcha que encendió con la llama de una de las velas que ardía ante el altar por haber sido ofrecidas a la Virgen, para pasar a referir que esta luz la llevaba para alumbrar a la Señora del ciprés pensando ser esta mi obligación como criado de la casa. Salí con la antorcha encendida y cuando llegué al portal vi el bulto hermoso y blanco que a la vez primera pero al empezar a caminar advertí que la Señora iba desapareciendo, y fue al modo que se quita la densa niebla que cubre los árboles...



Cuando las gentes allí congregadas sintieron que el ciprés estaba sin la Virgen, se entregaron de nuevo a un desconsolado llanto en señal del miedo que les dominaba, lo que les llevó a decir: Padre vicario, la Virgen se nos ha ido, ¿qué será de nosotros?

A lo que este respondió pidiéndoles que volviesen a pasar al interior de la iglesia, como hicieron. y donde al ver la santa imagen en su altar, se nos acabaron todos los sobresaltos de parecernos que la Virgen nos dejaba, con lo que comenzaron a dar voces con vivas a la Virgen del Remedio.

Y como es natural, la leyenda que recoge el hecho de la aparición de la Virgen de los Remedios en aquella noche de comienzos de junio de 1808, nos dice también que conllevó que aquellas medrosas gentes del Campo de la Matanza se sintieran en su ánimo profundamente reconfortados y amparados al sentir nuevamente su presencia.




Y poco después comenzaron a llegar al Campo de la Matanza noticias que decían que la temida invasión de los franceses en distintos lugares de la costa alicantina había sido debida a la mala interpretación que había causado la presencia de unos veleros en la costa, y con ello que hubiese corrido una farsa alarma, por lo que la tranquilidad volvió a reinar en aquellas gentes.

Muchos años después, y en recuerdo de dicho suceso que fue siempre admitido por milagroso, pues como tal lo han tenido y lo tienen los moradores del Campo de la Matanza, en la explanada que hay ante la puerta de la iglesia, se levantó un monumento en piedra en el que se representó en su verdadera proporción dicha aparición de la Virgen sobre el ciprés, así como, en su parte posterior, se dispusieron diversas letrillas rimadas alusivas a ella.



Francisco J. Flores Arroyuelo



LEYENDAS DE ORIHUELA