San Vicente Ferrer llegó a estos Lares en el año 1411 a petición del Consejo
de la ciudad.
Se hablaba entonces de un hombre santo cuya voz tenía tanto vigor que con un simple grito hacía caer como muertas a millares de personas o curaba a enfermos.
Conocida su obra como apaciguador de males, son desconocidas sus otras cualidades de entre las cuales hay a destacar la de su supuesto poder para predecir males futuros.
Conocida su obra como apaciguador de males, son desconocidas sus otras cualidades de entre las cuales hay a destacar la de su supuesto poder para predecir males futuros.
Resulta que un día, al terminar de predicar, caminaba cerca de las frondosas aguas del río Segura
acompañado de cientos de personas cuando de golpe y porrazo se detuvo ante las
aguas mirándolas desde el puente y dijo:
-
Este lobo se
comerá a esa oveja -.
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