Álbum musical destacado por la página web oficial de la Universidad Nacional de Educación Pública Estatal Española (UNED). Apartado dedicado a MIGUEL HERNÁNDEZ, "Poemas musicalizados y discografía". Incluído también en la obra literaria del escritor y colaborador de Radio Nacional de España Fernando González Lucini, "MIGUEL HERNÁNDEZ ...Y su palabra se hizo música".

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domingo, 28 de enero de 2024

Entre Misterios y Antigüedades: La Estatuilla que Desafía el Tiempo

 


Aunque me afane en eludir los designios del misterio, éste siempre encuentra la manera de abofetearme con fuerza. ayer en compañía de mis compañeros y amigos, me vi obligado a ejercer una resistencia sobrenatural para no sucumbir a la atracción de esta tétrica antigüedad, una estatuilla imbuida de secretos, resguardada en el enigmático rincón de un anticuario poseedor de una personalidad única y con un almacén repleto de memorias susurrantes y maravillas por descubrir.


A lo largo de las enigmáticas calles de Jalón, en la búsqueda de su famoso mercado de antigüedades, la gente se congregaba con avidez, anhelante de descubrir la última joya escondida. Una masa de cabezas que impedía vislumbrar más allá de nuestros propios ojos, sorteábamos velozmente para no perdernos ni un detalle. 



Era inevitable desmembrar el grupo en varias facciones, cada una persiguiendo sus propias inclinaciones y fascinaciones. Algunos se dirigieron hacia el mercado antiguo de las místicas máquinas de coser, otros anhelaban videojuegos clásicos para sus colecciones personales, mientras que algunos exploraban en busca de armas o atuendos siniestros que habían participado en alguna de las grandes guerras de la humanidad.


Pero como es costumbre, el destino nos deparó una sorpresa. Tras relatar uno de nosotros una curiosa anécdota sobre el deseo de alguien conocido por un objeto específico desaparecido en los confines del tiempo, dicho objeto se materializó ante nosotros como un espejismo que se transformaba en algo tangible entre la bruma del eco de las palabras que habíamos escuchado.




Ardua fue la labor de hallarle un espacio en el coche, que ya se encontraba repleto, pues éramos numerosos los seres que emprendimos la travesía hacia las místicas tierras de Jalón. Nos aventuramos en dos vehículos, cuyos confines se veían desafiados por la diversidad de personajes que se sumaban a este viaje lleno de misterio y magia.



Fue uno de los viajes más hermosos jamás disfrutados, una odisea llena de encanto y misterio que resonará en nuestros corazones por siempre. Además, se erigió como uno de los más divertidos entre todas las travesías que hemos emprendido, sumergiéndonos en risas y alegría mientras explorábamos los senderos mágicos de esta experiencia única.





domingo, 9 de julio de 2023

Leyendas de Valencia: La Leyenda del Hombre de las Narices

Dentro del rico folclore de la Comunidad Valenciana, se encuentra el misterioso Hombre de las Narices, un personaje mitológico cuya tradición se mantiene viva en diversas partes de España. Inspirado posiblemente en Jano, el dios romano de las dos caras, este ser habita en un árbol conocido como el Árbol de las Narices.

Se dice que el Hombre de las Narices posee tantas narices como días quedan en el año. Es decir, cada día que pasa, pierde una de ellas. Su única aparición se produce en la víspera del 31 de diciembre, el último día del año. Es en ese momento cuando se le puede observar.

La tradición dicta que los adultos cuenten a los niños la historia del Hombre de las Narices, quienes imaginan a un personaje estrafalario con 365 narices en su rostro, sin darse cuenta de que, en realidad, solo le queda una nariz en el último día del año. Para jugarles una broma, se suele decir a los niños que acaban de ver al Hombre de las Narices pasar por una calle cercana, instigándolos a correr y tratar de encontrarlo. Algunos incluso afirman ver su reflejo en los canalones del agua, señalándoselo a los pequeños.

En la actualidad, en algunas ciudades y pueblos se organiza un desfile con un gigante representando al Hombre de las Narices. En los lugares más pequeños, se dice que aparece en la iglesia para beberse el agua bendita del pila.

Esta fascinante leyenda ha perdurado en diferentes localidades de la Comunidad Valenciana, como Xàtiva, Gandia, Algemesí, Bocairent, Morella y Ontinyent, donde se incita a los niños a buscar al Hombre de las Narices en lugares específicos, como el antiguo hostal de Grau, la cuesta del Regall o la pensión Sol en la plaza de la Concepción. En Cocentaina, se le conoce como el Hombre de las Orejas (home de les orelles).

En otras poblaciones valencianas, también se le sitúa en lugares concretos. En Càlig, se le ubica sobre la torre medieval; en las Coves de Vinromà, se le busca en la entrada del hostal; y en l'Alcora, se cree que está cerca de la parada de autobuses. En Castelló de la Plana, se dice que se encuentra a la salida del hostal de Sant Joan, y en Alcalà de Xivert, se pasea por la plaza del Frontón.

La leyenda del Hombre de las Narices se ha convertido en una divertida tradición que entrelaza la imaginación de los niños con la magia de la víspera de Año Nuevo, recordándoles la importancia de disfrutar y celebrar la llegada de un nuevo año lleno de misterios y sorpresas.



Leyendas de Valencia: La Leyenda del Hombre del Saco


En los rincones más oscuros del imaginario valenciano, se alza el temible Hombre del Saco. De todos los monstruos que pueblan las leyendas, él es el que más se asemeja a un ser humano. Un vagabundo de aspecto desaliñado, alto y robusto, cuyo rostro sucio y lleno de piojos inspira repulsión.

Según cuentan las historias que circulan sobre él, el Hombre del Saco recorre los pueblos a pie, llevando consigo un enorme saco colgando de su cuello. Su propósito siniestro es atrapar a los niños que encuentra en las calles. Nunca se adentra en las casas, siempre acecha en los espacios abiertos, acechando a sus presas inocentes.

Para atraer a los niños, el Hombre del Saco utiliza artimañas, llevando consigo dulces, juguetes e incluso instrumentos musicales como una flauta. Su saco está repleto de niños que se mueven y gritan, llamando a sus padres en busca de rescate.

Durante décadas, este monstruo ha sido utilizado por los padres para infundir miedo y mantener el control sobre sus hijos, evitando que se alejen demasiado. Dependiendo de la región, recibe diferentes nombres, como el Pare Llop o el Puto Vell en Mutxamel y San Juan. Su apariencia también se vincula con la figura del saginer (mantecas) o greixer, quienes supuestamente capturaban niños para extraerles su grasa.

Según se dice, el mito español del Hombre del Saco tendría sus raíces en un hombre real que existió en los siglos XVI y XVII. Víctor Hugo, en su obra "El Hombre que ríe", hace mención a este personaje encargado de recoger bebés huérfanos para llevarlos a los orfanatos. Los transportaba en una gran bolsa de mimbre, recogiendo más niños a medida que avanzaba. Muchos de ellos morían en el camino debido a la falta de cuidado y a las condiciones insalubres en las que eran transportados.

Así, el Hombre del Saco se ha convertido en una figura aterradora en la tradición valenciana, alimentando los temores de los niños y recordándoles los peligros que acechan en las sombras. Su leyenda perdura, recordando a todos que la oscuridad puede ocultar secretos mortales y que la protección de los padres es fundamental en un mundo lleno de peligros y misterios insondables.


lunes, 6 de noviembre de 2017

Leyendas de Callosa: La Leyenda del Olivo de las Almas


Leyenda o no, es un hecho relatado que está inspirado en los testimonios de muchas personas que tuvieron la suerte de poder contemplar el fenómeno. Esto ocurrió hasta llegar al 1957 donde el árbol fue arrancado por viejo.

Se dice que en Callosa del Segura un campesino amable y trabajador plantó en su finca un olivar que ocupaba aproximadamente doscientas tahúllas.

En todas ellas, los árboles crecieron fuertes y hermosos, todos, excepto uno que se encontraba plantado cerca del cornijal de la arroba de la acequia.

El dueño de la finca, al ver que aquello no echaba raíces y que le resultaba una molestia más que algo productivo quiso arrancarlo.

Su mujer le dijo entonces que no hiciera tal cosa, que finalmente ese árbol daría sus frutos y que de ellos se extraería el aceite que daría vida a la llama de las almas.

El esposo con una pizca de incomprensión pero por cariño por su mujer, le hizo caso finalmente y dejó al árbol en paz que enraizara creciera a su ritmo.

Al poco tiempo, se produjo el milagro. Las palabras de la mujer habían caído sobre la tierra como bálsamo bendito y como si de una predicción se tratase, el árbol consiguió enraizar y comenzó a crecer.

Cuando llegó el tiempo de recoger la cosecha, el agricultor se quedó maravillado porque comprobó que de aquel olivo salían tres veces más fruto que del resto.

El hombre, en agradecimiento ante aquel milagroso hecho, decidió que todo el aceite que produjera aquel árbol consagrado y cuidado por las “almas benditas” fuese destinado para alumbrar las lámparas que se encendían en el pueblo dedicadas a dichas almas.


FUENTE: Cuadernos de etnografía (José Ojeda Nieto)

jueves, 20 de abril de 2017

Los aviones fantasma de la Huerta Oriolana



De los cánticos de los brujos y chamanes con sus extrañas oraciones y sus balbuceos que pisaban esta tierra oriolana marcando los pasos de un baile imaginario que sólo en sus cabezas se guardaba se pasó alegremente a un tiempo moderno en donde la ilusión por conseguir dominar lo imposible se acrecentaba día a día.

En 1950 empiezan a aparecer las primeras publicaciones por toda la región y en las limítrofes que hablan por primera vez de los “sembradores de nubes”.

Un misterioso científico de la General Electric norteamericana, Bernard Vonnengut hace un descubrimiento de las posibles aplicaciones del nitrato y toda la prensa mundial parece hacerse eco.

En 1954, algunos periódicos locales de la región de Murcia ya hablaban de que se había descubierto “el secreto de la lluvia” asegurando que técnicos de los Estados Unidos ya eran capaces de provocarla de forma artificial, siempre que hubiese nubes por medio.

En octubre de 1955, en el parlamento inglés se hacían promesas electorales de que las lluvias aumentarían en cuanto algunos entrasen al poder.

Pero los años pasaban y hasta que no llegamos al año 1971 no se hizo en España el intento por parte de nuestro propio gobierno.

Ese año el Ministerio de Agricultura se pone manos a la obra en la realización de un proyecto piloto que empezaría a experimentar con cañones antigranizo.

En nuestra región fueron colocados estratégicamente una determinada cantidad de aparatos que pocos años después vio como aumentaban su número creemos quizás por la probada eficiencia.

Todo el mundo empezó a hablar sobre la fórmula mágica del yoduro de plata.

José Serrano Camarosa, un prestigioso investigador fue mucho más lejos al afirmar que él conocía un método mucho más efectivo y que no precisaba de agentes químicos.

Lo que proponía: “Basta con cubrir una superficie de un kilómetro de diámetro con lienzos con una cara negra hacia arriba y otra blanca hacia abajo”. Según su teoría, el negro absorbería el calor proveniente del sol, y esto haría que la parte blanca estuviese fresca y bien ventilada para que se produjera un efecto de cuña fría que haría que se elevasen las masas de aire caliente.

El caso es que con el tiempo lo que ocurrió es que se esparció el rumor de que tanto los cañones como las avionetas que aparecían por el aire con la intención de ayudar a los agricultores de la región de Murcia y el Levante, lo que estaban haciendo en realidad era espantar las nubes y sus gotas de agua que tanta falta hacían en la huerta oriolana.

Las protestas se extendieron más rápido que el propio rumor y así llegamos al episodio en que un agricultor en Lorca no se le ocurrió otra cosa que abrir fuego contra uno de esos aviones en los años 80.

El caso fue resuelto en los tribunales en 1988 declarando que era imposible que las sales de yoduro de plata tuvieran ningún poder sobre las nubes.

En 1996, las protestas volvieron a reaparecer con mucha más fuerza al jurar algunos testigos que habían sido víctimas de los efectos negativos en sus cosechas que algunas avionetas fantasma estaban causando en la región al seguir con sus prácticas ilegales.

Esto llevó a la Guardia Civil a abrir una investigación que desembocó en un nuevo caso cerrado ya que nunca se encontraron los aeródromos de las llamadas “avionetas fantasma”.

El profesor de Ciencias Físicas Gabor Vali fue reclamado como experto para que diese su opinión y resultó que afirmó que en algunos países como Israel, esas prácticas llevaban realizándose durante más de 30 años con efectos comprobados con aumentos de las precipitaciones que estaban entre un 15 % y un 40 %.

También habló de procedimientos desde tierra en los que una especie de chimeneas se utilizaban para quemar el yoduro y el vapor expulsado produciría efectos similares.

La conclusión a la que se llegó es que el exceso del yoduro en la nube lo que provoca, además de evitar el granizo es que la nube se volatilice.

El caso es que han pasado varios decenios desde entonces y todavía encontramos testimonios de agricultores que aseguran haber sido víctimas de avionetas que en tan solo 15 minutos han sido capaces de hacer desaparecer la tormenta deseada más espectacular.