Álbum musical destacado por la página web oficial de la Universidad Nacional de Educación Pública Estatal Española (UNED). Apartado dedicado a MIGUEL HERNÁNDEZ, "Poemas musicalizados y discografía". Incluído también en la obra literaria del escritor y colaborador de Radio Nacional de España Fernando González Lucini, "MIGUEL HERNÁNDEZ ...Y su palabra se hizo música".

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sábado, 23 de julio de 2016

FICCIÓN: Susurros de antaño en el Colegio Santo Domingo



Parece ser que el inevitable miedo que flota en el interior de los muros del colegio de Santo Domingo no es cosa de rumores propagados por algunos de los estudiantes que allí han cursado sus estudios en la época en la que el cortometraje La Noche del Monje ya hacía sus pinitos en los concursos naciones de cinematografía.

Buceando en textos y documentos antigüos ya se hablaba de algo misterioso que por allí rondaba.

En concreto, me he topado de bruces con un poema escrito en 1928 que se centra en la figura de Loaces y en sucesos misteriosos que allí acontecen desde su muerte.

He copiado literalmente parte del texto dejando aparte lo que he creído no era de utilidad.

Juzguen ustedes mismos:

La celda tenebrosa del tormento
ha poco que aun guardaba triste huella
del amargo salino de un lamento,
que arañado el muro dejó en ella
un monje pecador de aquel convento.

El alma de Loaces se presiente
tanto en la celda como en la ancha nave
flotando diluida en el ambiente,
y hasta parece que el murmullo grave
del eco de su voz rezar se siente.

Y de aquella quietud de cementerio
(que más que cohíbe al visitante asombra)
preñada de latidos de misterio,
se espera ver surgir la augusta sombra
del mago fundador del monasterio.



José Mª Sarabia  1928




martes, 16 de febrero de 2016

Leyendas de Orihuela: La Leyenda de Loaces


Cuenta la tradición oral que Loaces llegó a enfermar de lepra en un estado tan grave y acusado que todos los que le rodeaban huían de él despavoridos, inclusive sus familiares, amigos y la servidumbre ante el temor de que pudieran contagiarse de tan horrible mal.

A todos aquellos a los que les pedía su ayuda, lo rechazaban y corrían alejándose de él por el asco que les producía.

Los dominicos de Orihuela se apiadaron de él y lo acogieron en su convento.
Le proporcionaron todo tipo de atenciones y cuidados con tal esmero y cariño que a los pocos meses se dice que sanó por completo.

Desde aquel día, se comentó que las aguas con las que habían lavado su cuerpo cada día estaban bendecidas por las manos de Dios y que por tanto desde entonces sería considerado el pozo del huerto de donde las habían extraído como milagroso.

Pocos años después, uno de los alumnos del colegio quedó impresionado ante tal leyenda y así lo reflejó en una de las novelas que más enorgullecen a los oriolanos: