Era una noche oscura y nada presagiaba que fuera a ocurrir algo bueno.
Un coche se dirigía por una de las carreteras que llevan al pueblo de la Aparecida con una chica en su interior.
No se sabe si pon un despiste, o por otro motivo desconocido, el coche se salió en la curva estrellándose y dejando en la carretera las marcas de los neumáticos.
Cuando llegaron los servicios de urgencias se toparon con la realidad fatídica y terrible.
Su conductora había fallecido en la flor de la vida. Una hermosa joven que apenas había vivido sus primeros años de juventud.
Desde ese terrible día, son muchos los que cuentan que viajando a horas de madrugada al pasar por aquella misma carretera que fue escenario del trágico accidente, han podido contemplar con las luces de su coche a una persona que hace señas para que detengan el coche.
Por supuesto, nadie o casi nadie se han atrevido a detener su vehículo por temor a que aquello no sea una persona real de carne y hueso.
Y los pocos que se han atrevido a parar el coche, se han topado con un misterio que a día de hoy sigue torturándoles la cabeza.
Cuentan que esa muchacha de aspecto famélico y con el rostro blanquecino extiende su mano señalando hacia el pueblo y con muy pocas palabras se hace entender que ese es su destino.
El último caso, una familia de tres integrantes que regresaba de una boda, detuvo el coche para subir a la joven en el asiento de atrás.
El niño se encontraba durmiendo así que por suerte nunca se enteró de lo que allí sucedió.
El matrimonio intentó mantener una conversación con la muchacha pero aquella permaneció unos instantes en completo silencio.
La pareja ya empezaba a notarse contrariada y un poco molesta ante la actitud de la chica pero en un momento dado, la joven hizo detener el vehículo.
Sus últimas palabras fueron: “En esta curva me maté yo”.
Relata a la pareja que al escuchar aquellas siniestras palabras no dieron crédito a la broma de la que creían estar siendo víctimas.
Al mirar hacia a atrás para pedir explicaciones a la joven autoestopista se dieron cuenta de que el asiento de atrás estaba completamente vacío a excepción de su pequeño.
¿Dónde fue a parar la chica?
¿Cómo salió del vehículo sin abrir ninguna de las puertas?
¿Es realmente el espíritu de la Leyenda Urbana la que vaga por estos lares?
No se sabe a ciencia cierto, lo que sí conocemos es la lista de lugares de España en donde casos similares han ocurrido que registró el programa de radio MILENIO 3 de la Cadena SER.
En esa lista aparece la curva de la Aparecida como punto clave.
Bolongo miedo
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