Cuentan las viejas tradiciones que en lo alto del cerro del
Ope empezó a lloviznar una tarde de invierno y un pastor que ascendió al monte
a recoger caracoles se encontró con un corderito pequeño que se echó sobre los
hombros.
Conforme caminaba el peso del animal se hacía más
considerable fatigando cada vez más al pobre pastor.
El cordero que se ha había transformado en borrego emitió
con voz muy grave y de ultratumba este mensaje:
-
Cuanto más lejos
me lleves, más te pesaré.
El pastor soltó de golpe el borrego al descubrir que este
tenía el pelo negro y que su forma había cambiado hasta convertirse en un espantoso
fauno malvado.
El demonio con foram de animal, galopó ladera arriba dejando
a su paso una estela de mal olor mientras se escuchaba una terrible carcajada.
En un momento dado, unas extensas alas se desplegaron y echó
a volar.
Y así sigue hasta el día de hoy.
bien
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