Haz de saber ciudadano que triste es la historia que te voy a contar.
Pues es la verdadera historia de una hermosa joven y su padre al que los ciegos celos por la riqueza de un malvado y avaricioso romano les llevó hacia la desdicha.
Esta leyenda pertenece a la Sierra de Mariola, situada en la provincia de Alicante, y está ambientada en los años 42 A.C - 37 D.C, durante la época de Tiberio Claudio Nerón.
Se hablaba por aquel entonces de un hombre rico, de nombre Sexto Mario, uno de los más poderosos de Hispania. En sus posesiones había una mina de oro que era la que mayor riqueza le había proporcionado.
Dicha mina, se encontraba en el interior de una montaña.
La ambición de Tiberio le obligó a requisar dichas minas para que pasaran a formar parte de su patrimonio.
El plan era bien sencillo, tenía que conquistar a la hija de Sexto de nombre Mariola, excelente ciudadana y bellísima mujer.
La muchacha acostumbraba a dar largos paseos por la montaña en compañía de una pantera que su padre le había regalado de uno de sus viajes a África.
El romano, cargado de poder y de autoestima era rechazado una y otra vez por la hispana.
Y entonces decidió cambiar de planes e iniciar una venganza acongojado por aquella desazón amarga de ser rechazado por la mujer de sus sueños.
Nerón, mintió al pueblo utilizando todos los recursos que tenía a su alcance y acusó a Sexto y a Mariola de practicar incesto.
Ambos, fueron arrestados y trasladados a Roma donde fueron condenados a ser despeñados de la Roca Tarpeya. Una roca situada al S.O. del Capitolio desde donde se despeñaba a algunos condenados a muerte y que vio correr a través de sus vetas la sangre de los dos inocentes de Cocentaina.
Desde aquel día, cuenta la leyenda que la Sierra que está considerada la más bella de la provincia recogió el nombre de la inocente muchacha que fue asesinada vilmente por aquel caprichoso gobernante romano que no tenía suficiente con su imperio.
Jamás se volvió a saber sobre las minas de oro.
En el año 1965, los espeleólogos del Centro Excursionista de Alcoy tuvieron una agradable sorpresa al encontrar en el interior de una Cueva de Bocairent una serie de huesos que más tarde se determinó por los especialistas que pertenecían a una pantera africana.
Desde los alrededores se cuentan historias basadas en testimonios de personas que en las altas horas del crepúsculo han podido observar la figura evanescente de una hermosa mujer envuelta en unos ropajes de color blanco que semejan la mismísima niebla acompañada de una forma felina que ruge en la oscuridad de la noche..
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