Álbum musical destacado por la página web oficial de la Universidad Nacional de Educación Pública Estatal Española (UNED). Apartado dedicado a MIGUEL HERNÁNDEZ, "Poemas musicalizados y discografía". Incluído también en la obra literaria del escritor y colaborador de Radio Nacional de España Fernando González Lucini, "MIGUEL HERNÁNDEZ ...Y su palabra se hizo música".

sábado, 16 de julio de 2016

Leyendas de Torrevieja: La Historia de la Tía Roqueta


Roqueta era una mujer alta, casada con el amor de su vida pero no había querido el destino concederle ningún descendiente.

Vivían en el interior de una cueva.

Su marido era de profesión pescador. Todas las noches salía a pescar con su pequeña embarcación.

Ya por la mañana, él regresaba con las manos llenas y ella se marchaba al pueblo que estaba formado por unas pocas barracas a vender la mercancía.

Acudían al mercado unos hombres de La Vega Baja que con sus carros cargaban el género que la Roqueta les traía

Roqueta tenía un don y este era que cantaba como los ángeles en las noches de luna clara tan bien conocidas por los torrevejenses. Todos los que la escuchaban de lejos creían estar escuchando a las sirenas pero entonces su marido les advertía que no eran voces de imaginario sino la dulce voz de su esposa.

A Roqueta le gustaba encender su candil para que sirviera de guía a los pescadores ya que en la noche les valía de faro.

Un día, la desgracia pareció apoderarse de esta región pues el marido de Roqueta no volvió de su incursión por el mar. Resulta que arreció el levante y las aguas del mar se lo tragaron. Y desde aquel día Roqueta cambió su cántico por los llantos a la luz de la luna. Con la esperanza aferrada en su corazón de que el mar le devolviera algún día a su amado esposo.

Y una noche, ya no la escucharon más. Desde aquel día, Roqueta despareció de los ojos de sus vecinos. Nadie sabía donde estaba.

Pasado un tiempo, regresó un pescador de la faena nocturna con un objeto en las redes. Era el candil de La Roqueta. Que seguramente se había internado en el mar con la esperanza de volver a juntarse con su amado.

Y esta es la triste historia que las abuelas de Torrevieja contaban a sus nietos, la historia de La Roqueta que de luz y dulce voz en las noches de pesca, al llanto y después al silencio de la mar que se había tragado a los amantes de Torrevieja.


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