¡Ufff...! ¡Qué día ayer!
Como tenía la mañana libre, me pasé por la Biblioteca María
Moliner para investigar un poco y conseguí por fin, ojeando un documento de
1898, el nº exacto de una de las casas que protagonizó uno de los hechos más
extraños y escalofriantes ocurridos en la ciudad de Orihuela, concretamente en
la calle san Pascual.
Con la ayuda del funcionario allí destinado conseguimos
encontrar en un registro censal de aquella época los nombres de todos los
habitantes de esa calle con sus respectivos números de vivienda.
Por supuesto, aproveché para realizar una serie de fotos del
Archivo, siempre con el permiso del funcionario, e intenté con mis preguntas, sacar
información extra sobre la propia Biblioteca.
Gracias a Facebook, me enteré con un día de antelación, que
mi querido Pedro Amorós, uno de los investigadores españoles del fenómeno
paranormal con más experiencia de campo y material en sus manos de toda España iba
a realizar una visita relámpago a una librería de Elche para presentar su último
libro:
El acto iba a empezar a las 8:15 y terminar a las 9:30.
Pero como yo trabajo hasta las 9 de la noche lo deseché por
completo.
Sin embargo, parece que la suerte y la providencia están de
mi parte últimamente, ya que a última hora, a las 8:10 de la noche, mi jefa me
dio permiso para cerrar el comercio a las 8:30.
Desde aquí ¡Gracias Cuñaaá!
Así que llamé a mi mujer y la avisé de que se preparara, que
intentaríamos ir.
A esto que llegaron varios clientes y tuve que atenderlos
con presteza y eso me llevó a terminar mi labor a las 8:31 de la noche.
Con prisas, cerré el comercio y me metí en el coche con mi
esposa y nos dirigimos, GPS en mano, al lugar del evento.
No todo iba a estar de mi lado.
Tuvimos la mala suerte de que el camino que el GPS marcaba
por la autovía para entrar a Elche estaba cerrado por obras y tuvimos que dar
un largo rodeo.
Los minutos corrían y la charla corría el riesgo de
terminarse y quedarme yo sin un ejemplar del libro firmado por su autor.
Lo peor es que el GPS se volvió loco y no hubo manera de
redirigirlo ya que la batería del smartphone estaba casi agotada con menos del
15% de carga.
En esas condiciones no tuve más remedio que salir de la
aplicación de Maps de Google y empezar de cero.
Como ocurre casi siempre, cuanto más prisa tienes, resulta
peor pues el GPS marcaba calles que luego resultaban ser dirección prohibida.
Así que no tuve más remedio que abandonar el coche casi en
marcha y caminar con el GPS en modo peatonal hacia mi destino.
Cuando conseguí llegar eran las 9:31 y me topé de bruces con
la librería cerrada.
Me sentí triste y cansado. Con el ánimo por los suelos.
Cogí el teléfono y empecé a llamar a mi mujer, que no tenía
ni idea de donde la había dejado con el coche, para que supiéramos cómo localizarnos y poder
emprender el camino de regreso a Orihuela.
No obstante, tuve una sensación extraña que me avisó de que
estaba cometiendo un error.
Que quizás, había abandonado demasiado pronto mis
esperanzas.
De modo que seguí caminado hacia delante en vez de volver a
rehacer el camino andado y me dispuse a buscar por los alrededores para ver si veía
un grupo de gente o se escuchaba un barullo en donde descubrir a los
participantes del evento.
A los pocos metros de andar me encontré con otra librería con
el mismo nombre que esta sí parecía estar abierta todavía.
Entré con la esperanza y las fuerzas renovadas y le pregunté
al hombre que estaba en el mostrador
Y gracias al cielo me respondió que sí, que Pedro aún estaba
dentro.
Le pedí un libro del mostrador y todo decidido, se me olvidó
pagarlo en ese momento, me acerqué a un pequeño grupo que quedaba en el
interior de la tienda en donde charlaban de algunas de las cosas que mantenían
en común con el misterio.
Le pregunté si aún había tiempo de que me firmara el
ejemplar y le dije con todo mi alma:
- ¡Por fin nos conocemos!
Me respondió amablemente y me firmó el libro con dedicatoria
a mi mujer, a mí y al Blog de Orihuela Mágica y Misteriosa.
Por supuesto que le hablé de ciertos misterios de Orihuela,
y con apoyo de algunos asistentes que aseguraban sentir escalofríos cada vez
que pasaban por determinadas zonas de nuestra ciudad, se comprometió a
investigar todos los casos que yo le entregara.
Así que esta fue mi aventura de anoche.
Llegamos a casa a las 11 y poco más que contaros.
Un saludo de Orihuela Mágica y Misteriosa y ¡Buenas noches!
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