Hoy voy a hablarles de un lugar que hace poco he descubierto
gracias a la ayuda de mi amigo Rodrigo.
Un lugar triste de narices.
Un lugar tan triste y solitario que jamás creerían encontrar
tan cerca de sus casas.
Es tal la tristeza y soledad del lugar que yo creo que hasta
en un cementerio hay más vida.
Y no es porque no haya animales en ese sitio porque si
escucha un poco descubrirá que sí los hay.
El piar de los pájaros está por doquier.
Es principalmente porque parece que nosotros, los humanos,
nos hayamos olvidado de él, que parece que lo evitemos.
Un lugar que inicialmente fue concebido para alojar las
risas de los niños, los comentarios de los más mayores, para que en sus bancos
se sentaran los ancianos y se pusieran a platicar sobre el fútbol.
Pues no, al final, todo el mundo le ha dado la espalda y se
ha convertido en un sitio tétrico y solitario.
Se ve que la juventud ha perdido el gusto por sentarse en
medio de la naturaleza en un paraje que discurre entre árboles. Se ve que
prefieren pegar sus ojos hacia esos aparatitos que no sueltan ni para ir al
servicio.
Ya nada es como antes. Se pierden los buenos modales y las costumbres,
las tradiciones empiezan a olvidarse. Sólo existe la inmediatez, el mensaje
directo y rápido con el comentario estúpido que practicamos a través de una
pantalla táctil mientras todo a nuestro alrededor empieza a derrumbarse como un
castillo de naipes.
No existe la comunicación verbal entre personas y mientras
seguimos permitiéndolo, los lugares que podrían haber sido hermosos se
descuidan y no hacen más que exudar una tristeza tan profunda que hasta los
pequeños animalillos sufren las consecuencias de que nuestras propias
construcciones se carguen de tanta negatividad.
Y les puedo asegurar que no es lo mismo acudir a este sitio
de día que en plena noche.
Durante las horas en las que el sol se esconde es un sitio
que parece maldito, que produce escalofríos a aquel que se atreva introducirse
en su interior.
Les invito pues señores, a conocer, al lugar más triste de
Orihuela.
Si esto lo hemos permitido con un parque ya se imaginan lo que irá ocurriendo con el resto de la ciudad.
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