Era una noche como otra cualquiera de no haber sido por aquel escandaloso grito que partió de boca de uno de los habitantes de esta casa.
El sonido rasgó la oscuridad de la noche como una bala e
hizo que muchas personas se estremecieran y se sintieran desprotegidas e indefensas.
La mujer había creído ver un rostro fantasmal en el hueco de
la chimenea.
Los días siguientes transcurrieron entre acusaciones que
partían de funcionarios del ayuntamiento de provocar una falsa alarma con el
objetivo principal de ganarse el derecho a una vivienda más digna y de
inesperadas visitas de vecinos curiosos e incluso investigadores que se sintieron
atraídos por el supuesto hecho paranormal.
El caso fue que este anecdótico caso fuera recordado en
Orihuela por algunas de las personas que fueron testigos del ambiente que se
respiró durante aquellos días.
Con el paso del tiempo, ha sido imposible encontrar testigos que verifiquen lo que allí ocurrió.
Por ello, y para poder esclarecer un poco el misterio del
asunto nos pusimos manos a la obra y empezamos una serie de interrogatorios que
dirigidos en distintas direcciones pudieran arrojar un poco de luz en la
inpenetrante oscuridad de estos casi veinticinco años transcurridos desde el
acontecimiento.
Esta es una pista de audio que pone de manifiesto nuestros
intentos por averiguar más sobre el misterio.
Por supuesto he tenido que editarla para borrar todos los
espacios en blanco en donde sólo se podía escuchar mi desesperado intento de
hablar con personas que o bien se negaron
a abrirme sus puertas o que se trataba realmente de viviendas desocupadas.
Así transcurrió toda la mañana, pateándome varias de las
calles de los alrededores y entre pregunta y pregunta pero sin hallar ninguna
respuesta aceptable que tuviese relación directa o indirecta con el tema que me
interesaba abordar.
Decepcionado y sin ninguna pista a la que agarrarme decidí
retirarme a mi casa para enfocar el asunto desde otro punto de vista.
Caminaba cabizbajo con la moral por los suelos y pasaba a la
altura del Kiosco Josefa cuando vi que alguien sentado en una silla se me
quedaba mirando.
Seguí caminado sumido en mis pensamientos pero de repente
algo me detuvo.
El misterio siempre es el que te encuentra a ti.- Apareció
en mi mente.
Pensé que si ese hombre se había quedado mirando era por
algún motivo relacionado con el caso así que di la vuelta y me dirigí hacia a
él para abordarlo con una simple pregunta.
Lamentablemente no tenía encendida la grabadora pero da
igual porque al preguntarle a aquel hombre sobre las historias de fantasmas que
habían sucedido en la calle Timor m respondió con algo que me hizo sentirme un
poco mejor.
Me habló de la calle contigua, la Calle Comedias , y me contó
ciertos acontecimientos que sucedieron allí en un albergue que se construyó en
el año 2008 después de que en el 2006 hubiesen tirado abajo los restos de una
vivienda conocida como Casa Carrió de la que aprovecharon la fachada.
El caso es que este habitáculo estaba construido pegado a la
sierra de Orihuela y en su interior se conservaba una enorme cueva de la que se
llegó a especular que hubo algún caso de fantasmas.
En mi vida había oído algo semejante así que fui lo más
rápido posible a mi casa para indagar en la red sobre el tema.
Lo cierto es que encontré ciertas publicaciones online sobre
la cueva y la edificación de la conocida actualmente como Casa de la Caridad.
Así que me preparé para ir por la tarde a echar un vistazo.
Cuando llegó la hora me dirigí con mucha ilusión hacia mi
destino y pude comprobar que en el lado izquierdo del recinto había como un
montículo de sierra que me atreví a subir y me topé de bruces con esta extraña
ventana hacia no sé que tipo de construcción interior pero que casualmente está
relacionada directamente con la casa de la calle Timor en donde sucedieron los
hechos sobrenaturales.
Acceso cegado a calle Timor por callejuela Pedrera de Viol |
Aquí, realicé esta nueva grabación de audio.
Rodeé toda la zona y me decidí a intentar cualquier día de los próximos a acercarme y pedir permiso para que me enseñaran la cueva.
Esto fue el domingo y el martes de improviso apareció en mi
lugar de trabajo uno de los principales encargados de cuidar y mantener el buen
funcionamiento de la Capilla
que está situada en la calle Valencia.
Hablando del tema con él me confesó que no sabía nada sobre
esa cueva pero me animó a que llamara a Cáritas de Orihuela para solicitar un
permiso para que me la pudieran enseñar de parte de él y su mujer que pertenece
a esta organización. Y así lo hice quedando para la visita el siguiente domingo
día 15 de Noviembre de 2015.
Y al puro estilo de lo que suele contar el maestro Iker
quiso el destino que aquel mismo día me encontrara con mi cuñado y lo pusiera
en antecedentes sobre todo el tema que me traía entre manos.
En la conversación, mi familiar me sugirió un nombre de un
antiguo compañero suyo que había sido casualmente el director que estuvo al
frente durante todo el proceso de rehabilitación de la antigua Casa Carrió
hasta convertirla en la Casa
de la Caridad.
Y hablo del destino y de la casualidad más pura porque como
si al pronunciar su nombre aquel sujeto nombrado se sintiera atraído por el
hechizo del momento pues de repente apareció por donde nosotros estábamos
apenas unos minutos después de haberlo nombrado.
Lamentablemente el tema de los fantasmas o apariciones no
surgía por ningún lado así que me conformé con lo que tenía y me dejé llevar
por lo que el destino parecía tener reservado para mí.
Unos días después, estuve hablando con un hombre mayor al
que por supuesto también interrogué y esta vez sí por fin me dio algo a lo que
agarrarme mientras sigo con la investigación.
En la charla que me dio me confesó haber pasado miedo cuando
era niño cuando él y sus amigos visitaban la cueva porque se decía que en su
interior había fantasmas.
Y digo yo que ¡Por fin apareció algo relacionado con el
tema!
También me contó que su madre de 90 años cuando era niña le
habían contado que en el interior de esa cueva había un enorme y peligroso
dragón. Cosa que por supuesto pertenece a los cuentos que les cuentan por las
noches a los niños para evitar que pongan en peligro sus vidas adentrándose en
lugares inhóspitos y no aconsejables.
Y por fin llegó el tan ansiado día, el domingo 15 de
noviembre.
No pudo dormir más desde las 6 de la mañana y a las 8:30
había quedado con mi cuñado para irnos de senderismo por la montaña antes de
visitar la cueva.
Cuando llegó la hora me reuní con él y nos fuimos hacia la Calle de Arriba para ascender
hacia el Canto Foral y poder participar en la leyenda que se viene contando en
Orihuela desde tiempos inmemoriales.
Por supuesto que hicimos muchas fotos y recorrimos toda la
sierra en busca de los restos de las murallas del Castillo de los Moros.
A la 1 habíamos finalizado y por fin nos dirigimos hacia la Casa de la Caridad.
En la puesta tocamos el timbre y me identifiqué como
invitado por Cáritas para mostrarnos la cueva y gracias a ello pudimos pasar
sin problemas aún habiendo interrumpido la preparación de la comida justo en ese
momento por parte del voluntario encargado de mostrarnos la cueva.
Recorrimos todo el patio y fuimos viendo los elementos más
destacables del lugar.
Lamentablemente, la cueva había sufrido un desprendimiento
hacía 7 años y se encontraba cerrada con una valla que no permitía entrar en su
interior.
Pero por lo menos estas son las fotos que quedan como
testigo de nuestra visita. (Cueva y elementos arqueológicos de alrededor)
Cueva cerrada |
Horno de hace 200 años |
Cueva, parte de arriba |
Fuente árabe |
Elementos del jardín |
Me hubiese gustado haber podido hacer una nueva grabación de
audio en su interior pero al estar cerrada al público ha sido imposible.
Lástima, otra vez será.
Y esto es todo lo que tenemos de momento sobre la
inestigación de la calle Timor a la espera de nuevas indagaciones que no
cesarán.
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