Introducción
La ciudad de Orihuela y su entorno inmediato —la comarca de la Vega Baja del Segura, incluyendo lugares como Murcia y Elche— constituyen una zona de extraordinario valor histórico donde confluyen vestigios culturales de distintas civilizaciones. Uno de los periodos más ricos, tanto en relatos históricos como en mitos y leyendas, es sin duda la época árabe o andalusí, cuando la región formó parte del Emirato, el Califato de Córdoba y diversas taifas. Es en este marco donde brotan crónicas, relatos pseudocientíficos y leyendas populares de naturaleza sobrenatural o extraordinaria, registradas por cronistas árabes, científicos y por la tradición oral que siglos después, aún sigue viva.
Este informe recopila, analiza y traduce relatos escritos en árabe —crónicas, manuscritos, estudios científicos, pseudocientíficos y leyendas populares— que abordan fenómenos sobrenaturales ocurridos en la ciudad de Orihuela o sus cercanías. El objetivo es brindar una panorámica exhaustiva de cómo estos hechos se percibieron y relataron en la mentalidad árabe de la región, poniendo el foco en las fuentes originales y en su transmisión histórica hasta nuestros días. El estudio se estructura en tres grandes apartados, desarrollados extensamente: (1) fenómenos sobrenaturales documentados por cronistas árabes, (2) relatos científicos o pseudocientíficos en árabe que mencionan a Orihuela, y (3) leyendas árabes populares referidas a Orihuela y zonas limítrofes como Murcia o Elche. Cada apartado se apoya en estudios recientes, traducciones y análisis críticos, priorizando siempre la fuente árabe y su contexto exacto de aparición.
1. Fenómenos sobrenaturales documentados por cronistas árabes
1.1. El Pacto de Teodomiro (Tratado de Orihuela): mito y realidad
Una de las fuentes más repetidas y de mayor peso en la construcción del imaginario sobrenatural en Orihuela es el conocido como Pacto de Teodomiro (también llamado Pacto de Tudmir), firmado en 713 entre el noble visigodo Teodomiro y ʿAbd al-ʿAzīz b. Mūsà, gobernador musulmán de al-Ándalus. Este tratado fue recogido en numerosas fuentes árabes —al-‘Udri (siglo XI), al-Dabbi (siglo XII), al-Himyari (siglo XIII) y al-Garnātī (siglo XIV)— y en cada una de ellas el relato presenta matices de naturaleza prodigiosa, especialmente en lo relativo a la supuesta “rendición mágica” de la ciudad.
La tradición oral y ciertos manuscritos interpolan en la crónica elementos sobrenaturales, como la transformación de mujeres y niños en una especie de ejército fantasmal para engañar a las tropas invasoras, relato que fuentes como DOZY consideran una inspiración del ciclo mítico de Mahoma y la defensa de la ciudad de Jair. En versiones árabes del pacto, reforzadas por crónicas mozárabes, se menciona explícitamente cómo Teodomiro, tras la derrota, “dispuso a las mujeres con los cabellos sueltos y cañas en vez de lanzas para defender las murallas”, provocando la indecisión de los asaltantes y forzando la famosa capitulación. Este episodio, aunque de matriz política, está imbuido de un elemento mágico atribuido tanto en crónicas árabes como en relatos hispano-cristianos posteriores.
Más allá del acontecimiento histórico y diplomático, la transmisión en lengua árabe del Pacto de Teodomiro otorga a Orihuela un aura sobrenatural: la ciudad figura en el tratado no solo como un enclave privilegiado, sino como un lugar protegido por una suerte de “bendición pactada” entre dos mundos. El texto reproduce fórmulas de invocación a “la protección de Dios y su profeta”, estableciendo un vínculo no solo político o militar, sino espiritual y casi esotérico sobre sus habitantes. Es significativo observar cómo la versión de al-‘Udri comienza con la fórmula: “En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso…”, reforzando la atmósfera de sagrado y prodigioso alrededor de la capitulación de la ciudad.
1.2. Epigrafía árabe: estelas funerarias y simbología sobrenatural en Orihuela
Otro testimonio directo del mundo invisible y sobrenatural en la Orihuela árabe son las inscripciones funerarias halladas en excavaciones arqueológicas recientes. Entre 1999 y 2001 se localizaron tres estelas funerarias con epígrafes árabes en el centro histórico de Orihuela, datadas entre los años 942 y 994 de nuestra era (siglos IV-X Hégira). Estos epitafios, estudiados en profundidad por M.A. Martínez Núñez, poseen una gran importancia porque son las primeras inscripciones árabes halladas in situ y evidencian la existencia de un cementerio islámico urbano de cierto relieve.
El valor sobrenatural de estas estelas radica en la carga simbólica y religiosa de sus inscripciones. La epigrafía funeraria musulmana no solo cumple la función de identificar al difunto, sino que lo hace invocando fórmulas caligráficas que apelan a la protección de Dios y a una paz solitaria, a menudo con expresiones de bendición y permanencia en el Más Allá. El uso de la caligrafía cúfica y la presencia de fórmulas tribales rememoran, además, la noción de que ciertos lugares y recintos funerarios pueden estar “santificados” o, por el contrario, “malditos” por quebrantar la austeridad prescrita por los alfaquíes. La sola existencia de estos recintos privados en cementerios públicos —a pesar de la desaprobación legal— participaba del imaginario sobrenatural: se consideraba que ciertas familias o linajes tenían derecho a espacios “protegidos” por fórmulas mágicas y oraciones inscritas en la piedra, lo que en la mentalidad popular era garantía o advertencia de prodigio y de respeto sagrado.
1.3. Baños árabes y creencias mágicas asociadas
El reciente hallazgo de baños árabes (hammām) del siglo XI en el Palacio de Rubalcava de Orihuela aporta un nuevo capítulo al acervo sobrenatural de la ciudad. Estos baños, con su estructura intacta, hipocausto subterráneo y múltiples estancias, conectan directamente con la tradición oral sobre “lugares encantados”. La arqueología ha confirmado su uso prolongado y su integración en el urbanismo andalusí.
En la literatura árabe y en los testimonios recogidos siglos después, los baños eran considerados espacios liminales, susceptibles de ser frecuentados por criaturas invisibles (yinn o genios), donde se practicaban rituales mágicos de purificación y curación sobrenatural. Las fuentes orales murcianas y murciano-oriolanas insisten en la pervivencia de leyendas sobre “baños malditos”, con presencias invisibles, susurros y sortilegios asociados, especialmente después del abandono o destrucción de estos espacios tras la conquista cristiana. Ejemplo de ello es la leyenda recogida en Murcia sobre unos baños árabes donde quedó encantada una mujer cristiana vigilada eternamente por un demonio, y el surgimiento persistente de agua de una piedra ensangrentada como testimonio del prodigio. Es razonable pensar que relatos similares existieron, o se adaptaron, en las leyendas urbanas de Orihuela, ahora reforzadas por la evidencia arqueológica reciente.
1.4. Rituales, luces y visiones: la leyenda de la Armengola
La tradición de las “luces milagrosas” asociadas a la Reconquista de Orihuela —en la figura de la Armengola y las santas Justa y Rufina— tiene un claro trasfondo de relato prodigioso con raíces tanto árabes como sincréticas. Manuscritos y oralidad describen cómo, la noche de la toma del castillo por las huestes cristianas, se vieron dos luceros fulgurando sobre las almenas, identificados con las patronas de la ciudad que, luminosas, guían a los sitiadores y recogen a un niño morisco lanzado al vacío.
En varios textos traducidos del árabe y en crónicas adaptadas se describen rituales nocturnos musulmanes, previos al asedio, en los que los guardianes del castillo piden protección contra la invasión, utilizando fórmulas y oraciones mágicas: "pidiendo, con antiguos rituales guerreros a la noche inmensa, la protección del profeta". La mezcla de hechos históricos con prodigios (dolor ardiente en el pecho de la Armengola, luces milagrosas, intervención sobrenatural de las patronas) da muestra de la mentalidad mágica formalizada en textos y crónicas, algunas en lengua árabe y otras en romance pero de tradición musulmana.
1.5. Tesoros encantados y guardianes sobrenaturales
El imaginario árabe e hispano-musulmán incluye episodios de tesoros ocultos por reyes moros al huir de las tierras conquistadas, protegidos por sortilegios, maldiciones o criaturas sobrenaturales. La leyenda de la Cueva del Tesoro en el Monte Arabí (Yecla) es paradigmática: narra cómo los árabes, al retirarse, dejaron escondidos fabulosos tesoros bajo encantamiento, custodiados por dos gigantes armados. Relatos similares atribuyen a ciertos parajes (como el Monte Arabí, los alrededores de Orihuela, Yecla y zonas de Elche) una intensa energía sobrenatural, con la aparición repetida de luces, ruidos inexplicables y guardianes invisibles.
El temor a romper la maldición o violar la prohibición mágica impedía a los lugareños intentar acceder a estos tesoros: los testimonios recogidos hacen hincapié en los “gritos y lamentos que subían del fondo de la mina” y en el abandono temeroso de la zona. Asimismo, derecho y sabiduría esotérica árabe postulaban que tales tesoros estaban “a la espera del regreso de los descendientes de aquellos árabes” para ser recuperados.
2. Relatos científicos o pseudocientíficos en árabe sobre Orihuela y la Vega Baja
2.1. Cosmografía, medicina y ciencia en manuscritos árabes peninsulares
La producción científica árabe en al-Ándalus se caracterizó por la combinación de ciencia empírica, elementos mágicos y teorías pseudocientíficas que permeaban el discurso sobre la naturaleza, la salud y el destino. Aunque no abundan los tratados puramente científicos referidos expresamente a Orihuela, sí existen referencias en crónicas árabes y obras compuestas en el ámbito del Sharq al-Andalus, la región en que se inserta Orihuela.
Por ejemplo, autores como Ibn al-Abbār (siglo XIII, nacido en Valencia, muy vinculado a Murcia y Orihuela) recopilaron biografías y anécdotas sobre científicos, médicos y filósofos de la zona, recogiendo relatos de sueños premonitorios, visiones místicas y recomendaciones médico-astrológicas, además de episodios de exiliados que narran haber presenciado “señales sobrenaturales” como presagios de la decadencia andalusí. En su obra “Durar as-simt fi aḫbar as-sibt” se relata el linaje del profeta, mezclando visiones y milagros, mientras que “At-Takmila fi kitāb as-Ṣila” (La continuación) es una crónica donde se describe el avance cristiano como una serie de señales nefastas percibidas en la naturaleza o en sueños de los sabios locales.
Por su parte, tratados médicos árabes muy influyentes en la zona —de autores como Abū l-Qāsim al-Zahrawī (Abulcasis), Ibn Zuhr (Avenzoar), Averroes o Avicena—, recogían entre sus capítulos descripciones de enfermedades de origen mágico, visiones y remedios que combinaban ciencia y superstición. Por ejemplo, aconsejaban el uso de ciertos amuletos, oraciones o talismanes para combatir enfermedades atribuidas a la acción de espíritus o jiin, en especial en pacientes que sufrían alucinaciones o “pasiones del alma”.
En esta línea, el análisis de los “interrogatorios inquisitoriales” sobre la medicina morisca en la Vega Baja revela que los sanadores árabes y moriscos locales —que actuaban en el ámbito rural tras la conquista— combinaban diagnóstico humoral con prácticas mágicas, exorcismos y el uso de fragmentos coránicos, a veces recitados en árabe confeso como parte de la terapia sobrenatural para males supuestos provocados por demonios, mal de ojo o sortilegios.
Las colecciones de manuscritos árabes en España, como las conservadas en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y la Biblioteca Nacional, incluyen obras sobre medicina, astrología y alquimia que, aunque sólo indirectamente mencionan Orihuela, forman la base doctrinal del saber pseudocientífico local, exhortando a leer “las señales del cielo y la tierra” para prever acontecimientos funestos o milagrosos. El “Calendario de Córdoba”, escrito en árabe y latín en el siglo X, circuló también por el sudeste peninsular y recomendaba, por ejemplo, observar las estrellas y la naturaleza para pronosticar plagas o elegir el mejor momento para sembrar, recogiendo creencias de ambiente mágico-astrológico.
2.2. Astronomía, alquimia e instrumentos portentosos
Autores andalusíes como Abbas Ibn Firnās o Azarquiel, aunque más activos en Córdoba y Toledo, ejercieron una influencia notable sobre el sur y el levante peninsular. Abbas Ibn Firnās, por ejemplo, fue famoso por construir una sala que representaba la bóveda celeste con truenos y relámpagos artificiales, fabricando relojes mecánicos y, principalmente, por su intento fallido de volar con alas hechas de seda y plumas, “olvidando ponerle cola” según el relato popular. Estos sucesos, difundidos entre cronistas árabes, fueron interpretados como manifestaciones de sabiduría sobrenatural y milagros técnicos, y su eco resuena en relatos sobre sabios y magos locales de ciudades como Murcia y Orihuela.
La alquimia fue otro terreno donde ciencia y esoterismo se mezclaron indisolublemente. La figura de Abū Maslama, citado en tratados de la corte andalusí, sostenía que el químico debía buscar la trasmutación de metales (plata en oro) y el elixir de la vida. Copias de sus tratados circularon en la corte de Alfonso X y alimentaron la creencia popular en la posibilidad de obtener riquezas sobrenaturales en enclaves señalados. La tradición local andalusí atribuye a estos saberes la existencia de “tesoros encantados” y la protección mágica sobre acequias, norias y orfanatos —lo que aún es perceptible en las leyendas de la región.
2.3. Apuntes modernos sobre ciencia y pseudociencia en la Vega Baja
En tiempos recientes, la Universidad Miguel Hernández y su Museo Didáctico e Interactivo de Ciencias han promovido jornadas para analizar la pseudociencia, las creencias en fenómenos sobrenaturales y la persistencia de explicaciones mágicas sobre hechos naturales en la Vega Baja, incluyendo Orihuela y sus alrededores. Estas investigaciones abordan desde un enfoque sociológico y filosófico la continuidad de la mentalidad prodigiosa arraigada en la región, heredera en parte de creencias y “explicaciones” transmitidas por manuscritos árabes, y su transformación en el folclore y la pseudociencia actual.
3. Leyendas populares árabes de Orihuela y áreas cercanas: tradición oral y registros escritos
3.1. La leyenda de la Armengola: entre la crónica árabe y el mito local
La leyenda de la Armengola es sin duda la más reconocible de la tradición oriolana. Cuenta cómo, a principios del siglo XIII, en el contexto del asedio cristiano, una mujer mozárabe, Hermenegilda-Eugenia, nodriza en la casa del alcaide musulmán Benzaddón, traiciona a su amo para advertir a los mozarabes del inminente exterminio planeado por los mudéjares. Ayudada por dos guerreros disfrazados de doncellas, logra infiltrarse en el castillo y abrir la puerta a las tropas de Jaime I, tras ejecutar al caudillo árabe.
La leyenda mezcla elementos de origen árabe y cristiano, pero es en la versión oral recogida en manuscritos hispano musulmanes donde aparecen los elementos sobrenaturales más notorios: dolor ardiente en el pecho de la Armengola al lanzar al hijo del alcaide desde la almena, aparición de dos luceros encendidos en lo alto del castillo que guían a las tropas cristianas (santas Justa y Rufina transmutadas en señales mágicas), y la protección sobrenatural de la ciudad durante la terrible noche. Se relatan oraciones nocturnas, invocaciones a Allah y la ejecución de rituales mágicos por parte de los guardianes musulmanes.
El relato sobrevive también a través del teatro y la música local, aunque siempre manteniendo el trasfondo de portento y espiritualidad.
3.2. Leyendas de tesoros y criaturas sobrenaturales – Monte Arabí, Yecla y Vega Baja
La oralidad árabe y luego morisca de la Vega Baja, documentada por estudios etnográficos y recopiladores modernos, recoge uno de los grandes ciclos de leyendas rurales: el de tesoros encantados, guardianes sobrenaturales y portales a otros mundos. El Monte Arabí, en Yecla, ostenta el rango de “lugar energético de alta vibración” donde vecinos y forasteros refieren ruidos, zumbidos, sombras y resplandores inexplicables, a veces puestos en relación con las almas de guerreros muertos en batallas pasadas.
La Cueva del Tesoro es el epicentro: según la fábula, allí se ocultó un inmenso botín durante la invasión musulmana, su entrada custodiada por figuras pétreas y protegida por un sortilegio mortal. Quienes lo buscaron habrían perecido o enloquecido. La leyenda confirma el poder prodigioso atribuido a las fórmulas mágicas-grabadas, difundidas originalmente por clérigos y escribas árabes, y después adaptadas al imaginario cristiano y local.
Otras variantes recogen la existencia de “puertas a otros mundos” en el mismo monte o la custodia de joyas por criaturas y entes invisibles (duendes, trasgos, culebres, sirenas) que, en definitiva, son adaptaciones de la mitología árabe sobre yinn, ifrit y hadas.
3.3. Espíritus, apariciones y maldiciones en la tradición árabe-morisca de Murcia y Elche
La leyenda del Morito Cabezo, muy extendida en Murcia, cuenta el amor imposible entre Abderramán y Mariquilla, cuya muerte trágica perpetúa la presencia del espíritu de la joven, que vaga errante cada noche por el cerro buscando a su amado perdido. La presencia de la Dama Blanca junto al río Segura, el espíritu vigilante del Farolico o la sirena de la cueva del agua, son parte del folclore oral que, con motivos recurrentes —amor imposible, castigo eterno, presencia espectral—, hunden sus raíces en los relatos árabes sobre hadas, genios y aparecidos.
En Elche, sobresale la creencia en apariciones, luces y sonidos extraños en la Torre de la Calahorra y en el subsuelo de la ciudad, atribuidos por la tradición tanto a maldiciones islámicas como a sociedades secretas posteriores, pero siempre con evocaciones de hechicería y espiritualidad oriental. Testimonios modernos insisten en que los túneles y sótanos excavados bajo iglesias y palacios albergan las huellas de antiguos magos, sabios y alquimistas musulmanes.
3.4. Los rituales mágico-religiosos árabes: prácticas y creencias
La Vega Baja y Orihuela han conservado prácticas rituales mágico-religiosas de origen árabe, como la celebración de festividades con luminarias en balcones (referencia a los luceros de la Armengola), el uso de amuletos y la creencia en el poder protector de ciertos lugares, palabras o gestos. Los estudios etnográficos muestran que muchos de estos rituales poseen una matriz andalusí, aunque sincrética con devociones cristianas, reflejando la fusión de valores de protección, curación y exorcismo presentes tanto en la medicina morisca como en la literatura sapiencial árabe.
La persistencia de estas prácticas confirma la capacidad del imaginario árabe para amalgamar, reinterpretar y perpetuar la visión de un mundo donde lo visible y lo invisible interactúan, y donde lo prodigioso puede aflorar tanto en acontecimientos históricos como en sucesos cotidianos.
Análisis, contexto y perspectivas
A la luz de las fuentes consultadas, es ineludible concluir que la percepción y el relato de fenómenos sobrenaturales en Orihuela y la Vega Baja fueron —y son— el resultado de una interacción compleja entre la historia política, la espiritualidad islámica y la transmisión oral de leyendas. Las crónicas árabes, a menudo escritas con intención didáctica o apologética, incorporan elementos maravillosos, advertencias proféticas y milagros diseñados para subrayar la excepcionalidad de una ciudad, explicar una derrota o justificar un pacto. En la mentalidad de la época, la intervención divina, los presagios y los portentos ocupaban un papel central en el curso de la historia.
El saber científico árabe, si bien eminentemente empírico en materias como la medicina y la astronomía, no era inmune a la presencia de lo sobrenatural: la alquimia, la astrología y la magia natural compartían espacio y protagonismo con la matemática o la química. Este trasfondo dio pie a una visión del mundo en la que lo preternatural podía surgir en cualquier encrucijada.
La tradición oral —puesto que muchas leyendas y relatos provienen de una transmisión más hablada que escrita— funcionó como un caldo de cultivo ideal para adaptar y reinterpretar los elementos maravillosos recogidos en las crónicas. Así, acontecimientos reales (como el Tratado de Orihuela o la presencia de sabios exiliados andalusíes) se vieron revestidos de prodigios y milagros, que con el tiempo transitaron a las leyendas que aún hoy pueblan el folclore local.
La arqueología reciente, al poner al descubierto cementerios islámicos, estelas funerarias y complejos termales andalusíes, ha reafirmado la historicidad, pero también el simbolismo, de muchos de estos relatos. La integración museográfica de estos hallazgos no hace sino reforzar la dimensión “sobrenatural” de la memoria local.
También debe destacarse el papel de la medicina tradicional y la magia blanca árabe en la mentalidad local, percibidas como un bagaje híbrido de ciencia y esoterismo, reflejo de la herencia multicultural de la Vega Baja. Las prácticas de exorcismo, uso de oraciones y talismanes, la creencia en el poder de la palabra escrita y los conjuros conservados en manuscritos árabes inciden en la confusión —fecunda— entre ciencia y magia.
Conclusiones
El estudio de los fenómenos sobrenaturales y de las leyendas de origen árabe en Orihuela y su entorno revela la profundidad y persistencia de un imaginario colectivo donde lo prodigioso y lo racional conviven, fusionándose en relatos que informan tanto de la realidad histórica como de la psicología de la comunidad.
Las fuentes árabes —crónicas, tratados, epigrafía—, junto a la oralidad popular, han legado a la región una visión del mundo abarcadora, compuesta por pactos sacralizados, milagros luminosos, aparición de espíritus, tesoros encantados, portentos celestes y prácticas de protección mágica o médica. La reciente revalorización arqueológica y museográfica de estos vestigios confirma el papel central del pasado andalusí en la identidad y en la cultura de Orihuela y la Vega Baja.
Este legado no es solo relevante para el folclore o la literatura, sino también para la comprensión de la integración histórica de la ciencia, la religión y la superstición en una misma matriz cultural, que aún hoy genera fascinación en investigadores, visitantes y habitantes de la región.
A continuación se desarrolla el contenido, aportando para cada fenómeno detalles de la fuente, traducción de los textos originales y contexto geo-histórico ampliado que permiten situar cada suceso dentro del corpus de relatos árabes de Orihuela y Vega Baja.
Aparición de dos luceros (Santas Justa y Rufina)
Interpretación:
La aparición de las santas patronas bajo la forma de luces en el cielo constituye un prodigio típico de la mentalidad medieval árabe y mediterránea: la identificación de astros o fenómenos luminosos con manifestaciones visibles de protección divina (o, en este caso, sincretismo entre las tradiciones cristianas y musulmanas, al tratarse de un relato fronterizo).
Trato mágico-político de Teodomiro
Interpretación:
El pacto es presentado casi como un “hechizo diplomático” y, en la mentalidad místicamente saturada de la época, la referencia constante a la protección de Dios y de Muhammad dota al tratado de una eficacia mágica y protectora sobre la ciudad y su región.
Cementerio islámico con construcciones funerarias
Interpretación:
La reiteración de fórmulas coránicas en los epitafios muestra el uso de la palabra escrita como protección sobrenatural, garantía de salvación y distinción social. La sacralidad del enclave y la presencia de construcciones exclusivas ponían de relieve el poder “invisible” de ciertas familias o linajes, tema recurrente en el folclore funerario árabe.
Tesoros encantados y custodios sobrenaturales
Interpretación:
La combinación de prodigios y custodios monstruosos procede del repertorio folclórico árabe (gigantes, ifrits) y se perpetúa gracias a la transmisión oral y la asimilación al entorno físico de la región.
Epílogo: la actualidad del legado sobrenatural andalusí en Orihuela
El recorrido por los relatos de Orihuela y Vega Baja subraya la profundidad de las raíces sobrenaturales y mágicas de la tradición árabe en la identidad local. Desde los tratados firmados bajo invocaciones sagradas, pasando por prodigios nocturnos y rituales mágicos recogidos en inscripciones y testimonios, hasta la persistente presencia de espíritus y custodios invisibles, la cultura arábigo-andalusí se resiste a desaparecer.
Las investigaciones académicas, la arqueología y la etnografía contemporáneas siguen hallando nuevos ejes de intersección entre lo mítico, lo científico y lo legendario, consolidando a Orihuela y su entorno como un campo privilegiado para el estudio del fenómeno sobrenatural tal como fue vivido y relatado por sus habitantes musulmanes.
Este informe constituye una síntesis de las fuentes árabes, traducidas al español, que han documentado, explicado o mitificado lo sobrenatural en la Orihuela medieval y su comarca, con la esperanza de contribuir a la revalorización —académica y popular— de un legado tan fascinante como esencial para la comprensión moderna de la región.

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