Álbum musical destacado por la página web oficial de la Universidad Nacional de Educación Pública Estatal Española (UNED). Apartado dedicado a MIGUEL HERNÁNDEZ, "Poemas musicalizados y discografía". Incluído también en la obra literaria del escritor y colaborador de Radio Nacional de España Fernando González Lucini, "MIGUEL HERNÁNDEZ ...Y su palabra se hizo música".

domingo, 10 de julio de 2016

La Leyenda de Torrevieja: El Cuento de FELIPE II


Aún siendo muy severo el gran rey Felipe II, tenía tiempo de visitar a los necesitados de su reino y repartir entre ellos la limosna que necesitaban,
Por supuesto de incógnito para que sus súbditos no supieran de sus debilidades, se hacía disfrazar de pobre vagabundo que compartía lo poco que tenía con los demás para no levantar sospechas.

Quiso el azar que un día acudiera a pasar por delante de una casa en la que habitaban un matrimonio y sus tres hijos. Siendo el más pequeño de dos meses y que aún no estaba bautizado.

El rey les interrogó sobre el nombre del niño y estos le contestaron que no lo tenía porque aún no se había posado sobre él la mano de Dios.

El monarca sorprendido les preguntó por el motivo.

Y ellos le dijeron que todo era por que el cura del pueblo se había negado a bautizarle. Ya que ellos eran tan pobres que no disponían de ningún bien con el que poder satisfacer las ansias de riqueza de aquel malévolo cura. Y añadieron que el niño tampoco disponía de padrinos por que los que les rodeaban eran tan pobres que tampoco podían permitírselo.

Entonces el rey les dio dinero para poder comprar un traje con el que acristianar al niño y les dijo:

Id mañana a donde el cura que allí hallaréis a vuestros padrinos.

Fueron al día siguiente a bautizar al niño y se encontraron con que la promesa del vagabundo se había cumplido pues tuvieron ante sus ojos a padrino y padrina, que no eran otros que sus majestades disfrazadas.

El cura bautizó al niño y preguntó al padrino cual era su nombre.
Este le respondió que Felipe.

El cura le volvió a preguntar.

¿Y el apellido?

-         Me dicen que “Felipe II”.

Entonces el cura se atrevió a mirar al hombre de frente y lo reconoció.
Acto seguido se deplomó sobre el suelo porque adivinó lo que debía de pasarle ya que conocía de la severidad del rey.





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