Hace algunos días, nos llegó una invitación de manera exclusiva y personalizada, convocándonos a un evento que se desplegaría en la noche de ayer, a las 20:00, en el imponente Casino Orcelitano de Orihuela. En el instante designado, envolví mi ser en atuendos ceremoniales. Acompañado de mi amada consorte, encaminamos nuestros pasos hacia el punto de convergencia.
Al atravesar el límite de la puerta, me encontré inesperadamente con una de esas almas a las que venero tanto por su virtuosismo como por su labor: Pascual Segura, el Cronista Oficial de Bigastro. En el instante efímero de intercambio verbal, fui investido con la herencia de mi célebre Ruta del Miedo. Un sobre blanco, meticulosamente marcado con mi nombre, contenía la profecía de la noche que estaba a punto de desplegarse, manifestada en un ejemplar recién impreso de la revista que sería presentada apenas unos minutos más tarde.
El ambiente se impregnaba de vibraciones auspiciosas y encuentros conmovedores. Allí convergía lo más selecto de la Orihuela cultural y política, pues honraban el evento el propio alcalde, la recién proclamada Armengola, y los embajadores de Moros y Cristianos. Entre la distinguida concurrencia, destacaba la presencia del presidente de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos Santas Justa y Rufina, Hermenegildo Rodriguez Calero, renombrado youtuber oriolano, abordador de temas de interés local y autor del último tratado desvelado a la sociedad bajo el título "ORIHUELA Y LOS REYES CATÓLICOS", también iluminaba la velada con su presencia el Cronista Oficial de nuestra querida Orihuela, Antonio Luis Galiano. Además, otras personalidades de trascendencia en el universo de la cultura y las artes engalanaban la atmósfera del evento.
Con extremada suavidad, desplegué el contenido que se resguardaba en el interior del sobre marcado con mi nombre. Ante mis ojos se reveló una revista con la apariencia de un libro, consagrada a la Semana Santa oriolana.
En ese instante, me sumergí entre las páginas con una curiosidad insaciable, mientras se desarrollaba el acto de presentación. Finalmente, mis ojos se posaron en una sección de la que me enorgullezco profundamente, pues me vincula directamente con la historia escrita de mi ciudad.
En ese preciso momento, se materializó ante mí el artículo que había redactado exclusivamente para la revista. Un escrito que revelaba mi profunda conexión con la celebración de la Semana Santa oriolana, una festividad que, desde mi infancia, había dejado una huella indeleble en mi corazón. Y extiendo una invitación a todo aquel curioso lector que desee comprender la trascendencia que tiene para un oriundo su festividad más significativa.
Pero las sorpresas no concluyeron en ese momento, ya que unos instantes después, el presentador de la revista de este año dedicó unas palabras a describir minuciosamente cada uno de los artículos que conformaban ese libro, desde aquel día que se tornó sagrado para mí.
En el delicado rincón de mi ser, experimenté una sensación indescriptible al recibir las palabras pronunciadas por Julio Calvet Botella, el presentador de la revista de la Semana Santa de este año 2024.
Las expresiones de ese fascinante personaje elogiaron mi perspectiva mística del escudo de la cofradía, calificándola como un estudio emocionante. A nivel personal, encontró que era singular y poseía un aire fresco, resultando interesante y exclusivo gracias a mi profundo amor por Orihuela y la Cofradía del Lavatorio.
La gratitud que experimento en mi ser es indescriptible, tanto por haber tenido la oportunidad de expresar mis sentimientos y sensaciones en una de las publicaciones más importantes de mi amada ciudad de Orihuela, como por recibir el elogio firme y elocuente de mi artículo. Las palabras pronunciadas parecían invitar a todos los presentes en la sala a abrir sus libros en ese mismo instante y sumergirse con avidez en esas letras que revelaban una nueva perspectiva sobre la singularidad del escudo del Lavatorio.
Así que no tengo más que expresar mi sincero agradecimiento a aquellos que me han brindado la oportunidad de realizar esta labor.
¡MUCHAS GRACIAS!
Víctor Navarro
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