Me gustaría agradecer a todos aquellos que me ayudaron a mantener este proyecto vivo.
Sin vosotros nunca se habría hecho realidad.
Gracias a ti, mi querida esposa CARMIÑA, que creíste en mi, me apoyaste y me ayudaste en cada duda, cada desfallecimiento, en cada pena y alegría.
Gracias a ti RODRIGO, que te prestaste para acompañarme la primera vez que quise probar y hacer realidad un proyecto que llevaba en mi cabeza desde hacía años.
Gracias a vosotros, MARIOLA (mi hermana), RUBÉN (mi cuñao) y AMALIA (mi sobrina) que fuisteis los integrantes de la primera ruta oficial.
Gracias a vosotros, PEPE SARABIA, EVA, CÉSAR, LOLA y RODRIGO (otra vez). Los acompañantes de la segunda ruta oficial.
Por último, agradecer al resto de participantes que de forma amable se implicaron en esta locura que empezó como algo anecdótico y que acabó convirtiéndose durante unos meses en una pesadilla para mis perfiles en redes sociales y mi teléfono con miles de peticiones de gente interesada en realizar la actividad. (He aquí sólo una muestra de algunos).
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