El mismo sábado recibí una llamada de atención a través de Facebook que me puso alerta.
Una ciudadana de Orihuela, Rosa María Guerra fue testigo de algo extraño en lo alto de los cielos que se elevan junto a la Cruz de la Muela.
Tal y como me informa, la testigo presenció alrededor de las dos de la madrugada como un par de focos se movían desde el cielo que ondea sobre el seminario.
Dicha testigo me añade que las luces se movían de forma extraña como girando la una sobre la otra y en su conjunto practicando un movimiento zigzagueante.
Al llegar a la parte que está sobre la cruz de la muela, se detuvieron en seco y permanecieron así durante mas de veinte minutos.
Luego desaparecieron.
Recordaros que la cruz de la muela, se encontraba iluminada durante unos pocos días como marca la tradición desde el año 2010.
En un primer momento, la testigo no le dio importancia al asunto, pero unos días más tarde lo comentó con una amiga y esta la advirtió de que un suceso similar había ocurrido según cuentan los antiguos periódicos de Orihuela, a finales de abril de 1918.
Dicha información la había sacado en una lectura ocasional de este mismo blog, en la siguiente entrada:
Rosa María sintió entonces la necesidad de comparar el suceso que ella había presenciado con el que había ocurrido cien años antes.
Su sorpresa fue mayúscula al constatar que ambos eran de similares características, como si uno hubiese sido hermano gemelo del otro.
Es muy curioso la similitud que hay entre los dos casos y se observa un patrón que podría ser debido a un fenómeno atmosférico desconocido.
Pero no descartamos ninguna teoría. Ya que nos encontramos en el año 2017 y son muy populares los usos ilegales de drones.
Lamentablemente, no tenemos ninguna prueba física de lo que se vio a principios del siglo XX, excepto la noticia impresa, pero en una era en la que estamos rodeados de tecnología y cámaras en nuestros pequeños dispositivos inteligentes, sí ha resultado propicio que se disponga en esta ocasión de una prueba irrefutable.
La fotografía con la que he dado pie a esta entrada vale su peso en oro.
He marcado con una flecha el lugar exacto en donde aparecen los focos misteriosos.
¿Y tú que opinas?
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