Álbum musical destacado por la página web oficial de la Universidad Nacional de Educación Pública Estatal Española (UNED). Apartado dedicado a MIGUEL HERNÁNDEZ, "Poemas musicalizados y discografía". Incluído también en la obra literaria del escritor y colaborador de Radio Nacional de España Fernando González Lucini, "MIGUEL HERNÁNDEZ ...Y su palabra se hizo música".

miércoles, 19 de julio de 2023

Los Cuatro Alimentos que Odian los Demonios

 


Oh, viajero del conocimiento, permíteme revelarte los misterios ocultos de estos cuatro alimentos sagrados, entrelazados con las tradiciones musulmanas que han enriquecido sus leyendas a lo largo de los siglos.


Las Granadas:

Las granadas, frutas exquisitas y misteriosas, han sido símbolo de fertilidad y prosperidad en las antiguas culturas. En las tradiciones musulmanas, se dice que estas suculentas esferas rojas encierran secretos del paraíso, y sus numerosas semillas son como las estrellas del firmamento, recordando a los creyentes la vastedad del universo y la abundancia de la gracia divina.

Se dice que si consumes una granada con humildad y gratitud en tu corazón, atraerás la prosperidad y la alegría a tu vida, ya que las granadas están impregnadas de la esencia misma del Jardín celestial.


El Membrillo:

El membrillo, con su aroma embriagador y sabor dulce, es un fruto de inigualable enigma. En las leyendas musulmanas, se cree que el membrillo guarda la sabiduría ancestral de los jardines secretos del Edén. Se considera un regalo divino para los seres humanos, que simboliza la dulzura de la paciencia y la recompensa que aguarda a aquellos que perseveran en sus esfuerzos.

Cuentan las historias que los sabios sufíes encontraron inspiración divina al contemplar la belleza del membrillo y que su fragancia embriagadora los ayudaba a alcanzar estados de elevación espiritual.


Los Dátiles:

Los dátiles, frutos exquisitos de las palmas, son tesoros de energía y nutrición. En las tradiciones musulmanas, estos frutos oscuros y misteriosos se consideran un manjar bendito y un alimento sagrado con el poder de fortalecer el cuerpo y el alma.

Según las leyendas, cuando el profeta Mahoma (la paz sea con él) encontró refugio en un oasis en Medina, fue recibido con amor por los habitantes que le ofrecieron dátiles. Desde entonces, estos frutos son vistos como símbolos de hospitalidad y generosidad.


El Aceite de Oliva:

El aceite de oliva, fluido dorado y precioso, es un regalo divino para la humanidad. En las tradiciones musulmanas, este líquido sagrado se asocia con la luz divina y la pureza del corazón.

Se dice que el aceite de oliva tiene el poder de curar no solo el cuerpo sino también el espíritu. Los antiguos sanadores musulmanes utilizaban este ungüento en rituales de purificación y para alejar las energías negativas.


Estos cuatro alimentos, bendecidos con la magia y la esencia espiritual, han sido venerados en las tradiciones musulmanas durante siglos. Su presencia en la vida cotidiana no solo es una fuente de nutrición sino también un recordatorio constante de la belleza y misterio de la creación divina. Que sus virtudes sigan iluminando nuestros caminos en la búsqueda de la sabiduría y la plenitud espiritual.


Oh, Orihuela, ciudad mística y ancestral, tu historia está entrelazada con los secretos de estos cuatro alimentos sagrados, que han dejado su huella mágica en tus tierras bañadas por la luz dorada del sol.

En tus jardines exuberantes, las granadas han encontrado un hogar donde sus jugosos frutos simbolizan la fecundidad y el florecimiento de la tierra. Sus brillantes coronas carmesíes parecen reflejar los atardeceres apasionados que pintan tus cielos, recordándonos la pasión y el amor por la tierra que se cultiva con esmero. En tus festivales ancestrales, las granadas han sido veneradas como símbolo de abundancia y prosperidad, y en cada bocado de esta fruta, uno puede saborear la esencia misma de tu tierra generosa.

Oh, Orihuela, las tierras que acogen a los membrillos, esos frutos fragantes y enigmáticos que han encontrado en tus valles su rincón de sabiduría. Los sabores dulces y misteriosos de los membrillos reflejan la profundidad de tus tradiciones, donde el conocimiento ancestral ha sido preservado con cariño y compartido con humildad.
En tus mesas, el membrillo, convertido en dulce manjar, evoca la paciencia y la dulzura de tus gentes, y en cada cucharada de esta delicia, uno puede percibir la magia de tus enseñanzas atesoradas.

¡Oh, Orihuela, tierra bendita que acoge los dátiles en sus oasis dorados! Estos frutos oscuros y nutritivos, han encontrado en tus cálidos abrazos un refugio de nutrición y vitalidad. En los mercados bulliciosos de tu ciudad, los dátiles son un símbolo de hospitalidad y generosidad, compartidos entre tus gentes con gratitud y amor.
Los dátiles, con su dulce sabor y textura jugosa, nos recuerdan la importancia de nutrirnos no solo físicamente, sino también espiritualmente, compartiendo con el corazón abierto y el alma llena de luz.

En tus campos ondulados de olivares, se produce el elixir dorado del aceite de oliva, un regalo divino para la salud y el espíritu. Los olivos centenarios, testigos silenciosos de la historia, han dotado a tus tierras con un fluido sagrado que simboliza la pureza y la luz interior. En cada gota de este aceite místico, uno puede sentir la conexión con la tierra y el legado de sabiduría transmitido de generación en generación, honrando así la trascendencia de tus raíces y la paz que emana de tus ancestrales olivares.

Oh, Orihuela, ciudad de misterios entrelazados con la magia de estos cuatro alimentos, que tu esencia mística continúe inspirando a todos aquellos que pisan tus suelos sagrados, sumergiéndolos en un viaje de conocimiento y enriquecimiento espiritual. Que la eternidad de tus tradiciones brille como las estrellas en la noche, guiando a los buscadores de la verdad hacia la comprensión más profunda de la vida y sus enigmas.


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