En los recónditos pasajes del imaginario valenciano, emerge la figura del Moro Mussa, conocido también como "El Moro" o "El Morusso" en Alicante, y como "El Moro Mus" en los pueblos de la Ribera. Este personaje no solo forma parte del folclore valenciano, sino que también está ligado a la historia de La Valldigna, donde perdura un sortilegio en su contra.
Según la leyenda, el Moro Mussa fue un monarca durante la época de la Valencia musulmana, conocida como Balansiya, que perdió sus dominios tras la conquista de Jaume I. Como acto de venganza, se dice que acosaba a los niños, convirtiéndolo así en un ser utilizado para infundir temor en los más pequeños.
Existe también la creencia de que este personaje en realidad era Musa ibn Nusair, conocido como Muza o Musa en la tradición española. Musa fue un caudillo militar musulmán yemení, gobernador y general del califato damasceno omeya en el norte de África. A la edad de 71 años, participó en la invasión musulmana de la península ibérica y se convirtió en el primer valí de al-Ándalus, gobernando entre los años 712 y 714.
La leyenda valenciana del Moro Mussa narra una historia en la que este personaje malvado lleva consigo una serpiente y un gato negro. Se cuenta que rapta a una hermosa doncella y, transformado en un ser fantástico con cola de serpiente y cabeza de dragón, se enfrenta a Juame Ferrisa, un caballero cristiano que logra salvar a la doncella.
El relato se sumerge en un mundo lleno de misterio y peligro, donde la magia y la valentía chocan en un enfrentamiento épico. Es un cuento de héroes y villanos, donde el bien y el mal se entrelazan en una lucha ancestral.
A través de los siglos, la leyenda del Moro Mussa ha perdurado en la memoria colectiva de Valencia, transmitiéndose de generación en generación. En las oscuras noches, cuando la brisa susurra antiguas historias, el Moro Mussa sigue acechando en la imaginación, recordándonos la importancia de la valentía y la determinación en la lucha contra la adversidad.
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