La aparición del destape en España y el aumento de la exposición a contenidos con desnudos y erotismo en la cultura popular puede interpretarse desde diversas perspectivas, dependiendo del ángulo desde el cual se analice. Desde un punto de vista crítico, algunas personas consideran que las élites políticas, mediáticas y económicas utilizaron este fenómeno para lograr ciertos objetivos, tanto conscientes como inconscientes, en el marco de la Transición a la democracia.
1. Distracción de los problemas políticos y económicos
Una crítica frecuente es que la proliferación de contenidos eróticos y el destape podrían haber sido utilizados como una forma de distracción para desviar la atención de los problemas sociales, políticos y económicos que enfrentaba el país durante la Transición. En ese momento, España estaba lidiando con:
Altas tasas de desempleo.
Conflictos sociales y huelgas laborales.
Violencia política, con grupos como ETA en el País Vasco.
Tensiones políticas, ya que las fuerzas conservadoras trataban de mantener el control y las fuerzas progresistas impulsaban reformas.
Bajo esta interpretación, el destape, con su enfoque en el entretenimiento y el erotismo, ayudó a que una parte de la población se concentrara en cuestiones triviales en lugar de exigir cambios políticos más profundos o cuestionar las estructuras de poder existentes.
2. Despolitización de la cultura
El enfoque en el destape y el erotismo podría haber contribuido a una cierta despolitización de la cultura en la España post-franquista. En lugar de centrarse en el debate político o en la construcción de una nueva identidad democrática, la cultura popular de la época frecuentemente se inclinaba hacia el entretenimiento ligero y sensacionalista. Al promover una cultura centrada en el placer, el consumismo y la espectacularización de la vida cotidiana, se disminuía el interés en las cuestiones políticas o la movilización social. Esto puede interpretarse como una estrategia consciente o inconsciente por parte de las élites para mantener un nivel de estabilidad social mientras las reformas democráticas se llevaban a cabo.
3. Control social mediante la libertad superficial
Aunque el destape simbolizaba una liberalización cultural frente a las estrictas normas morales del franquismo, algunos críticos argumentan que se trataba de una "libertad controlada" o superficial. Es decir, aunque la censura se relajaba y se permitía la exhibición de cuerpos desnudos y temas eróticos, no se estaban abordando cuestiones estructurales más profundas sobre la distribución del poder, la justicia social o las desigualdades económicas. Desde esta óptica, el destape representaba una válvula de escape para la sociedad, ofreciendo una forma de liberación individual pero manteniendo intactas las jerarquías sociales y económicas.
4. Comercialización de la libertad
Otra perspectiva crítica señala que la transición hacia la democracia estuvo acompañada por un aumento del consumismo y la mercantilización de la cultura, en gran medida promovida por las élites empresariales y mediáticas. El destape, al explotar el atractivo del cuerpo y la sexualidad, se convirtió en una forma rentable de entretenimiento que generaba grandes ingresos en el cine, la televisión, la publicidad y los medios de comunicación. Así, lo que en principio podía parecer una expansión de las libertades individuales también fue visto como una estrategia para convertir la libertad en un producto y generar beneficios económicos para las élites empresariales que controlaban los medios.
5. Normalización del erotismo en los medios como estrategia de control cultural
El destape también pudo haber tenido la función de normalizar el erotismo en los medios de comunicación como una forma de control cultural. Al saturar el espacio mediático con imágenes y contenidos que se centraban en el cuerpo y la sexualidad, los medios desviaban la atención de otros temas más profundos, como las desigualdades sociales o las nuevas dinámicas políticas de la democracia. Esta estrategia ha sido observada en otras sociedades donde las élites utilizan el entretenimiento y la cultura popular como herramientas para moderar el activismo político o controlar el discurso social.
6. Modernización forzada
Es importante también considerar que el destape fue, en parte, una expresión de la modernización rápida que experimentaba España. Después de décadas de aislamiento cultural y político bajo el régimen de Franco, las élites vieron en el destape una forma de proyectar una imagen de progreso y modernidad hacia el exterior, especialmente hacia Europa, de la que España había estado parcialmente desconectada. Esta modernización cultural, con la liberalización sexual como uno de sus emblemas, podía ser vista como una estrategia para integrar al país en la corriente dominante del Occidente capitalista y democrático.
Conclusión
El destape en España fue un fenómeno complejo, que respondió tanto a las ansias de libertad de la sociedad tras décadas de represión, como a las dinámicas de control cultural y comercialización impulsadas por las élites. Aunque representó un paso hacia la liberalización de la vida social, no se puede ignorar que también sirvió para desviar la atención de los problemas estructurales del país, despolitizar la cultura y reforzar el consumismo. Así, lo que a primera vista parecía una explosión de libertad individual y cultural, en algunos casos también fue utilizado como una herramienta de control social y económico por parte de quienes detentaban el poder en la sociedad.