Miguel Hernández entra al mundo de los videojuegos por la puerta grande. La historia del videojuego español tiene un Milagro, y empieza con la voz de nuestro poeta más universal.
Al igual que los versos de Miguel Hernández cobran vida en el inicio de Blasphemous 2, la saga entera ha escrito su propia historia de éxito, convirtiéndose en uno de los videojuegos españoles más vendidos de todos los tiempos. Con más de 2 millones de copias vendidas de su primera entrega, este metroidvania se ha consolidado como un fenómeno internacional que ha puesto a la industria española en el mapa.
La elección de los versos que abren Blasphemous 2 no es casual, sino una declaración de intenciones. Al invocar la poesía de un autor tan arraigado en la tragedia y la soledad, el videojuego establece de inmediato su tono melancólico y simbólico. La frase "Huellas sin compaña quedan, como en el agua, en el fondo" encapsula a la perfección el viaje del Penitente, un camino de dolor solitario donde las cicatrices de la penitencia y la culpa persisten de manera invisible pero imborrable en el alma de los personajes. Así, la obra de un poeta de la cultura popular se convierte en el pilar temático sobre el que se construye todo el universo de Cvstodia.
El arte como motor de una experiencia única
Pero el alma de Blasphemous no se detiene en la poesía. El juego es un vasto lienzo digital, un crisol de referencias a la cultura andaluza, la pintura del Siglo de Oro español y la imaginería religiosa. Se pueden encontrar ecos de las procesiones de Semana Santa en el diseño de los enemigos, de las obras de Goya y Zurbarán en el retorcido arte de sus escenarios, y de la arquitectura de la Mezquita de Córdoba o la Giralda en sus imponentes estructuras.
Esta profunda conexión con la tradición y el folklore de España es lo que ha dotado a la saga de una identidad tan única y poderosa. The Game Kitchen ha logrado crear una experiencia que no solo es un reto para los jugadores, sino también una obra de arte interactiva, capaz de transportar a una audiencia global a un mundo de belleza oscura y profunda. Es el reflejo de un talento que ha sabido convertir el arraigo cultural en un milagro para los videojuegos.