Álbum musical destacado por la página web oficial de la Universidad Nacional de Educación Pública Estatal Española (UNED). Apartado dedicado a MIGUEL HERNÁNDEZ, "Poemas musicalizados y discografía". Incluído también en la obra literaria del escritor y colaborador de Radio Nacional de España Fernando González Lucini, "MIGUEL HERNÁNDEZ ...Y su palabra se hizo música".

jueves, 20 de julio de 2017

LA GUIA DEL TERROR Y LA DIABLESA



En junio del 2006 salió a la venta la primera edición de “LA GUÍA DEL TERROR Lugares de España en los que pasar miedo y otras rutas con misterio” de Lorenzo Fernández Bueno.

Una guía turística con más de 50 lugares para visitar y que había sido diseñada para aquellos que como yo amamos el misterio.

Un libro de bolsillo con abundantes fotografías en color.




En la página 154, una mención y dos fotografías de una de nuestras esculturas más famosas, LA DIABLESA.


* Por supuesto, las fotos de esta entrada pertenecen al ejemplar de mi colección.



miércoles, 5 de julio de 2017

Leyendas de Orihuela: El Origen de la Aparecida


* Todo lo que aparece a continuación es una mezcla entre realidad y ficción que algunos vecinos de La Aparecida relataron en sus alocados viajes por la península del investigador alicantino Pedro Amorós. Estoy a la espera del texto basado en fuentes históricas que sustituya esta entrañable leyenda.

En una de las zonas agrícolas más ricas de la provincia de Alicante se encuentra una pedanía correspondiente al término municipal de Orihuela llamada La Aparecida.

En el año 1736 hubo una explosión en el cielo que sorprendió a varios testigos que dejaron su testimonio estampado en las páginas de la historia.

En el cielo se formó lo que les dio por comparar con un racimo de uva con varias luces misteriosas que se posaron sobre el Olivar Viejo.

A tan solo 5 km de Orihuela se encuentra esta localidad cargada de historias y leyendas.

Una de las más famosas relata que durante los tiempos de los moros, una familia humilde que vivía en el barrio de los Esparragales tenía un cuadro de la Virgen con facultad de obrar milagrosos prodigios.

Asustados por si algún forastero se enterara de la existencia de su tesoro y quisiera robárselo, lo enterraron en un bancal.

Pasado mucho tiempo, un labrador de nombre Jayme Trigueros se encontraba en casa en compañía de su mujer e hijas y un ayudante llamado Ginés Sanz.

En un momento dado, alarmados por una luz exterior que les llamó la atención pudieron contemplar en el cielo doce estrellas que se dirigían directamente hacia el suelo y que cayeron en la zona del Olivar Viejo.

Se dirigieron allí todo lo rápido que pudieron y se lo comunicaron a los propietarios del lugar donde se había producido el suceso.

Entre las miradas de curiosos y escépticos, hubo muy pocos que los tomaron en serio.

Llegados al 13 de mayo de 1736 a las tres y media de la tarde, estaban labrando cerca de un peñasco en el interior de sus tierras cuando notaron que las rejas del arado se engancharon en algo muy duro.

Detuvieron a los bueyes y observaron.

Les pareció que la causa del tropiezo había sido lo que parecían unas maderas viejas.

Forzaron a los animales a continuar y consiguieron extraer del suelo las maderas que eran de olivo y que ocultaban tras de sí algo mucho más increíble.

Ante sus desorbitados ojos apareció una especie de bóveda antigua.

Dentro de esta había un paño atado con una cuerda. Sucio y húmedo.

Se acercaron a un agujero que contenía algo de agua limpia y allí lo lavaron.

De repente, cuentan las antiguas crónicas, el lienzo empezó a emitir un brillo extraño. Como un halo resplandeciente y luminoso que rodeaba la figura de una mujer, la imagen de una virgen dando el pecho al niño Jesús.

Al día siguiente llevaron la buena nueva ante los oídos del obispo José Flores Osorio y este con una muestra de respeto y veneración ante la imagen concedió cuarenta días de indulgencia a quien se encomendase a ella con sus oraciones atribuyéndole una antigüedad de varios siglos.

Jayme Trigueros se la llevó a su casa y avisó a un habilidoso pintor para que la restaurara.

Se le ajustó un marco de madera y se hizo sitio en la casa para una improvisada capilla en donde el cuadro sería mostrado a la ciudadanía.

Los ruegos y peticiones no se hicieron esperar y más aún cuando parecía que todo lo que se pedía era concedido.

El rumor se corrió como la pólvora y los visitantes crecían y crecían cada día.

El reverendo de la Iglesia de Santiago de Orihuela se enteró del prodigio y acudió en busca de Jayme para reclamarle un lugar mejor de custodia para la imagen.

Usando todo su poder e influencias consiguió arrancarla de manos del agricultor y llevársela a su parroquia.

Pero el honrado trabajador no se detuvo ahí e interpuso una reclamación ante los tribunales de Orihuela que hicieron oídos sordos.

No hubo más remedio que acudir a la Real Audiencia de Valencia que finalmente devolvió la imagen a su legítimo propietario.

Fue colocada una vez más en la capilla primitiva de la casa y desde allí siguió obrando milagros.

Con el tiempo se determinó construir una ermita pero cono nadie se ponía de acuerdo en el lugar donde era más favorable se optó por montar la imagen en una burra y hacerla caminar hasta que el animalico se detuviera.

La burra llegó sin parar hasta el barrio de los Esparragales y allí se edificó la ermita.

Con el paso del tiempo el nombre se fue cambiando por el de La Aparecida.

El nombre de la ermita es el de Nuestra Señora del Belén y consta como ampliación de la parroquia de Santiago.

Las atrocidades de la Guerra Civil Española acabaron con la imagen al ser quemada la reliquia por manos enemigas de la fe y la cultura.


FUENTE: 
GUIA DE LA ESPAÑA MISTERIOSA de Pedro Amorós

FICCIÓN: La casa de las muñecas


Sí, esa es, la de la foto.

En ese caserón recuerdo que vivía un hombre de costumbres extrañas.

Era un hombre de aspecto famélico, siempre muy serio y con una mirada profunda que te atravesaba hasta el alma.

Era una persona de poco trato, parco en habla y de modales toscos como casi todo el mundo en Orihuela en aquella época.

Pero había algo en aquel sujeto que siempre me dio miedo.

No sé por qué pero siempre me atrajo la curiosidad.




Un día que sabíamos que el hombre se había marchado a realizar alguna faena fuera de su casa, nos acercamos varios de la pandilla y con cierta habilidad conseguimos introducirnos dentro de esa mastodóntica vivienda.

Lo que descubrimos allí nos dejó a todos helados.

Cientos de muñecas repartidas por varias habitaciones, una colección macabra de muñecas que algunas colgaban del techo como si estuviesen ahorcadas y otras habían perdido la cabeza.

¿Con qué clase de ritual nos habíamos topado?

La visión era tan espeluznante que aún me quedan recuerdos en forma de pesadilla.

Pero la casa sigue ahí en pie, pegada a la carretera. Esperando que cualquier día alguien entre y fotografíe el espectáculo.



Basado en un testimonio


martes, 4 de julio de 2017

3 Cruces en la Sierra de Orihuela


Esbelta y profunda, 

desafiante y majestuosa 

digna cruz de los oriolanos.



Abajo su orgullo contempla 

el tesoro de los hermanos.



Bendita por un santo,

amada por el poeta.

Versos de amor nacidos

de la sierra coqueta.




Me parece un poco fuera de lugar hablar hoy de una de las cosas que más maravillan a los vecinos de esta extraordinaria ciudad.

En lo alto de la montaña luce una de las glorias más visitadas en la historia de la Orihuelica del señor.

Me estoy refiriendo a la Cruz de la Muela.

Pero lo que la mayoría no sabe es que no es la única cruz que podemos encontrar a lo largo de toda la sierra oriolana.

Una cruz a la que es más fácil llegar y que se encuentra visible si nos acercamos al convento de San Francisco es la denominada Cruz de Palo.



Se trata de una cruz también de metal que se asemeja bastante a la Cruz de la Muela, pero con tamaño más reducido y de la que la tradición parece haberse olvidado.



Esta sería la vista desde abajo, cerca de las viviendas que hay a la izquierda del convento.

Pero los aficionados al senderismo por las montañas de nuestra localidad conocen muchos puntos de interés que permanecen escondidos para el resto de los vecinos locales.

Uno de estos secretos es esta hermosa cruz de madera situada en la parte de Montepinar.



El tamaño es ridículo comparado con las otras dos pero es algo que impone cuando te acercas a ella porque destaca sobre la inmensidad del barranco que corona.



Yo la llamo la Cruz de los Mártires o Cruz de las Minas ya que se encuentra encima de la zona donde los mineros de otros siglos perdían la vida extrayendo de las entrañas de la tierra aquellos minerales que les eran útiles para la subsistencia.



*Por supuesto, son lugares que admiro y que apenas tengo datos sobre ellas, pero conforme vaya sacando más información lo iré publicando en el blog.

*Desde aquí hago un llamamiento para todos aquellos que puedan aportar información relevante sobre este asunto.

*Estaré encantado de acoger en este blog lo que me relaten
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